GQ (Spain)

Sinsentido­s económicos Las 7 claves del

Le pedimos al irlandés Benny Lewis, autor del que nos explique cómo aprender a chapurrear tiempo.teniendo en cuenta que él habla

-

Ya te habrás familiariz­ado con los conceptos de deuda pública y con situacione­s en las que los países piden dinero a los malos malísimos mercados financiero­s para conseguir pasta y pagar facturas. Y en las que esa deuda y esos intereses que deben pagarse han obligado a hacer recortes drásticos a muchos países que, de nuevo, obligan poco después a pedir más dinero y aumentar las deudas. Ahora que ya tienen todo eso más o menos claro, llega la quintaesen­cia de este endiablado y a veces incomprens­ible sistema global que es el capitalism­o. Hablamos de que, a día de hoy, a varios países les están pagando dinero por prestarles, y no cobrándole­s. Sí, no se entiende. Es como si el banco se pone en contacto contigo porque has pedido un crédito para comprarte un coche y te comunica que te dejará el dinero, pero que en vez de pagar tú intereses (un 4% o un 7%), te los pagará el banco. Aceptarías, ¿no? Pues esto está pasando en Europa con varios países, uno de ellos España.

¿Cómo es posible que de estar al borde de la quiebra con intereses altísimos pasemos a que los fondos de inversión nos paguen dinero por comprar deuda? Múltiples motivos se conjuran para crear esta situación anómala. El más importante es el exceso de liquidez. Tras años de crisis económica y de inyección a punta pala de dinero por los Bancos Centrales, la piscina se desborda de liquidez. Y pese a los años, aun sigue sin haber suficiente­s inversione­s atractivas donde meter todo ese pastizal de dinero. Los grandes inversores no pueden parar, necesitan invertirlo, moverlo, y que ese dinero no sufra ningún riesgo (o, si se apura, que el riesgo de pérdidas sea el más controlado y bajo posible). ¿Y dejarlo tranquilo en la caja fuerte de un banco? Sería una opción, pero tantos miles de millones en líquido tiene cierto coste de mantenimie­nto. Esto se deriva de que el propio Banco Central Europeo cobra un 0,2% a las entidades que dejan el dinero ocioso en sus cuentas. ¿Solución? Estos grandes inversores prefieren comprar deuda pública en las subastas, y esa altísima demanda hace que, por ejemplo, acaben comprando títulos españoles a tres meses pagando (y no cobrando) un 0,03%. Es decir, perdiendo dinero. Sí, todo muy loco.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain