'modo vacaciones' ( del móvil ) gambeteo
Por Montero Glez -
Aunque se llaman smartphones todavía los móviles distan mucho de parecer siquiera inteligentes. Aquí se podrían enumerar unos cuantos testimonios que ilustren la estupidez de los móviles. Pero me quedo con un caso que tal vez te haya sucedido, el de esa madrugada de lunes festivo interrumpida por un despertador que suena a la misma hora que sonaría cualquier otro lunes. Igual que si ese lunes festivo fuera un lunes laborable. Igual que cualquier día en el que toca madrugar. Solo que ese día no tocaba madrugar. Y entre legañas se puede ver una notificación del calendario: "Hoy: Día festivo nacional". La pantalla brilla lo suficiente como para corregir un par de dioptrías.
El móvil sabía que ese lunes era festivo y no dijo nada. No preguntó la noche anterior si era necesario mantener el despertador programado para el lunes de madrugada. Tampoco atenúa el brillo de la pantalla aunque se reconozca haciendo las veces de reloj despertador.
La gestión que hacen los móviles de los fines de semana, los festivos y las vacaciones todavía no está bien resuelta. Da igual que el móvil sepa que estás en la playa o en cualquier otro lugar en el que no sueles estar. Da igual que la aplicación Calendario recoja los días festivos ni que tengas escrito en él "VACACIONES" así, en mayúsculas. Esos días el teléfono se comportará del mismo modo que se comporta cualquier otro día.
A lo mejor es necesario un botón que ponga el teléfono en modo vacaciones igual que hay un botón que lo pone en modo avión. Con el modo vacaciones activado todo aquello que esté relacionado con el trabajo y con la rutina desaparecería del teléfono: calendarios, alarmas, notificaciones, correo electrónico… El grupo de Whatsapp Compiyoguis. Todo eso que en vacaciones se debería quedar en la oficina junto con la grapadora, la máquina del café… y el jefe.
Pero que el teléfono no tenga modo vacaciones no significa que no se pueda poner en modo vacaciones. Es solo que hay que hacerlo a mano. Se empieza, por supuesto, por desactivar las alarmas y el despertador. Hay que desactivar también los calendarios, personales y del trabajo. No basta con silenciar las notificaciones de la aplicación Calendario ni tampoco es suficiente con detener la sincronización. Hay que desactivar cada calendario cuyos recordatorios estén de más durante esos días.
El modo vacaciones incluye desactivar la cuenta de correo electrónico del trabajo. Incluso borrarla del móvil. Salvo que se utilicen aplicaciones diferentes para el correo personal y para el correo profesional. En ese caso sería suficiente con desactivar las notificaciones. Sobre todo desactivar los globos del icono, ese círculo que anuncia a gritos el número de correos pendientes.
"La gestión que hacen los móviles de los festivos no está bien resuelta (…) A lo mejor es necesario un 'modo vacaciones"
a la vista como si se tratase de una zapatilla. Así fueron los balones hasta finales de los años 30 del pasado siglo cuando la vejiga fue cambiada por una válvula para el inflado. Este nuevo modelo de balón, también de cuero con gajos rectangulares, fue utilizado en el Mundial de Francia y llevó por nombre Allen, el de la marca patrocinadora.
Luego vendría la II Guerra Mundial y así estuvo la cosa parada hasta que llegó la Copa del Mundo de 1950, en Brasil, con la presentación de un modelo de pelota con válvula para inflado y gajos rectangulares que revolucionó la tecnología de la fabricación de balones por ser el primero que ya no venía con cosido exterior y cordones a la vista. El balón era menos peligroso para ser golpeado con la cabeza, pues con los modelos anteriores los jugadores tenían lesiones graves al rematar; brechas con sangrado incluido que necesitaban hilo y aguja para componerse, lo más semejante a un balón de fútbol. A partir de este modelo se perfeccionarían los remates de cabeza, ya que hasta entonces eran evitados en todo lo posible. Las costuras asesinas dejaban la cabeza al estilo romano, valga la comparación histórica.
Con este mismo tipo de balón, y sin apenas cambios, llegamos hasta el Mundial de Chile en 1962 y a la presentación de un modelo que se bautizará como Crack. Este balón sería el primero con forma esférica regular gracias al aumento del número de gajos. Pero no será hasta el mundial de México, en el que se cambian los gajos rectangulares por gajos poligonales, cuando el balón empieza a tomar presencia de balón tal y como lo conocemos en la actualidad. De esta manera, los gajos poligonales continuarán un buen trecho, de campeonato en campeonato, con fibras trenzadas y materiales cada vez más virgueros. Hay que recordar la revolución que supuso el Tango, modelo que fue presentado en el campeonato de Argentina. Este mismo modelo, con liexiste geras variantes, mantuvo su hegemonía hasta que llegaron los mundiales de Alemania, en 2006, y donde se presenta el Teamgeist, un balón que carece de gajos. En ese plan luego vendría el Jabulani y, por último, el Brazuca.
Como vemos, desde Julio César hasta nuestros días el balón ha tenido su evolución. Con todo, el juego de pelota no se inventó en Inglaterra ni en Roma, sino en la antigua China, donde queda la infancia del fútbol; en el mismo continente donde el paraguas de la globalización cobija a niños a cambio de su esclavitud. La ventaja comparativa es uno de los conceptos básicos que fundamenta esta práctica y demuestra que los países tienden a especializarse en la producción y exportación de aquellos bienes que fabrican con un coste más bajo respecto a otros países.
Bien mirado, para ventaja comparativa ya tenemos el ejemplo histórico de lo que hicieron los bretones con las cabezas del enemigo a un coste más bajo que el originado tras ponerse a fabricar balones de cuero. Porque, el fútbol, al igual que la economía, nacería en Europa como continuación de la guerra por otros métodos.
"Los romanos celebraron la victoria pateando las cabezas cortadas de sus enemigos bretones. Ahí nació el primer balón"