Internet apátrida
Redes privadas virtuales, el camino más rápido para evitar la censura… y para bajar contenido ilegal.
En internet, dos de cada cinco indonesios y más de una tercera parte de vietnamitas y saudíes son invisibles. La cosa no cambia en zonas como Europa, donde los datos entre usuarios reales y usuarios totales no terminan de encajar. Esto se debe, como puedes ver en el gráfico, a la distorsión que provoca el uso de redes privadas virtuales (RPV), también conocidas por las siglas en inglés de Virtual Private Network, VPN. Jason Mander, director de Investigación de Globalwebindex, compañía que estudia patrones de comportamientos digitales, alerta sobre estos disfraces 2.0: "Pensamos que el uso de estas redes es residual, pero lo cierto es que está muy extendido: uno de cada cuatro usuarios se conectan a través de ellas".
Cadaañodesde2013,globalwebindex realiza 200.000 encuestas a internautas de hasta 34 países (aquí analizamos 28) para conocer las razones por las cuales se usan las RPV. "Hacemos un seguimiento basado en diez motivaciones", explica Mander. "En China, Indonesia o Tailandia se usan para superar las restricciones gubernamentales que pesan sobre sitios como Facebook o Twitter. En Europa occidental la privacidad es el factor más importante. A nivel global, la motivación principal es acceder a contenido de entretenimiento geográficamente bloqueado". Esto explica la popularidad de las RPV en países de Asia y América Latina, donde los proveedores de estos productos tienen menos presencia. "Netflix y otras plataformas similares como Amazon Prime ven amenazados sus intereses por los usuarios que utilizan redes RPV", explica Mander, que sin embargo añade: "Nuestra investigación demuestra que estos consumidores son más propensos a pagar por contenidos digitales. Si las usan es casi única y exclusivamente por una cuestión de acceso".