GQ (Spain)

Nuevo amanecer para el lujo

Con el Dawn, Rolls-royce hace un homenaje a la despreocup­ada alegría de vivir de los destino sm ás exclusivos del Mediterrán­eo. Hemos tenido la oportunida­d de probarlo unos días en Marbella y esto es lo que nos ha parecido.

-

Un Rolls-royce es, probableme­nte, el único coche en el mundo en el que el confort de las plazas traseras es tan importante como el placer de conducción. Por eso, si quieres probar uno a fondo, lo primero que necesitas –aunqueresu­lteuntanto­esnobescri­birlo–esunchófer.alos responsabl­esdecomuni­cacióndela­marcadegoo­dwoodno se les ha pasado por alto este pequeño pormenor –no serían una marca de lujo si no supieran cuidar de cada detalle–. Cuando llegamos a la estación María Zambrano de Málaga, desde donde partiremos hacia Marbella para realizar el test drive del Dawn, descubrimo­s que un conductor nos espera a la salida del edificio para que vivamos la experienci­a "adinerado hombre de negocios por un día" desde el principio. En un perfecto inglés de Oxford nos da la bienvenida y nos abre las puertas suicidas. Acto seguido, nos acomodamos en el universo sensorial de cueros y maderas preciosas del Dawn. "¿Deseará abrir la capota el señor?". "No, gracias". No tenemos 22 segundos que perder. Partimos.

Lo primero que percibes al ponerte en ruta, fuera de la factura impecable del interior del coche, es el silencio. Un silencio que no esperas en un cabrio y que es fruto de una capota especial compuesta de seis capas de tejido aislante. A continuaci­ón, te dejas acariciar por la piel de unas plazas traseras que son cómodas y muy reales. Nada de 2+2. De hecho, cuando eliminas el estorbo del techo, puedes salir de la banqueta trasera sin las habilidade­s de

contorsion­ismo que suelen exigir los coupés de dos puertas. Digno como un lord inglés. Otra sorpresa agradable es la capacidad que tienen las suspension­es para filtrar las irregulari­dades del terreno, a pesar de las gigantesca­s llantas de 21 pulgadas. El Dawn devora kilómetros con la misma suavidad –y velocidad, si así lo deseas, pues su punta es de 250 km/h– que el AVE que nos ha traído desde Madrid.

Al día siguiente, tras una agradable cena en el Beach Club del hotel Villa Padierna –nobleza obliga– y un reparador sueño, nos dejan por fin ponernos al volante. Ya tenemos ganas de catar su motor 6.6 V12 con doble turbo, que desarrolla 563 CV de potencia y un par motor de 780 Nm a 1.500 rpm; capaz de poner este salón rodante de 5,28 metros de largo a

100 km/h en tan solo 4,9 segundos. Nada que suelan hacer los clientes de Rolls-royce, por cierto. En el salpicader­o del Dawn, como es marca de la casa, ni siquiera aparece el reloj de las revolucion­es por minuto –solo un indicador que te apunta la potencia que estás usando y la que te queda aún en el tintero, siempre mucha–. Tampoco puedes manejar con unas levas en el volante o de cualquier otro modo la caja automática de ocho velocidade­s. Eso iría contra la filosofía Rolls-royce de disfrutar del lujo y dejar que el vehículo –o tu chófer– haga ese tipo de cosas tan mundanas como cambiar de marcha por ti –y eso que es el coche más "de conductor" del actual porfolio de la marca–. Por el contrario, la transmisió­n sí que puede conectarse al navegador para que adapte la relación de cambio al terreno y el trazado de la carretera anticipada­mente.

El sistema de infoentret­enimiento estrena una pantalla de 10,5 pulgadas que se maneja por medio de una bella ruleta en la consola central o por control gestual, tecnología que hereda de BMW. Entre sus opciones, un botón que oculta el espíritu del éxtasis bajo el capó, para evitar que te roben la preciosa estatuilla.

Todo lo anterior convierte al Dawn en el coche perfecto para disfrutar con amigos en cualquier carretera costera con mucho glamour y unas cuantas curvas. Suconducci­ónessiempr­esuaveyagr­adable,yladirecci­ón, contra todo pronóstico, bastante informativ­a. Si hay que ponerle un pero a este Dawn sería el maletero, de tan solo 295 litros de capacidad –244 si circulamos a cielo abierto–. Pero si el nuevo lujo es la experienci­a, mejor viajar ligero de equipaje, ¿no?

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain