Un Ferrari de uso diario.
El Portofino es el primer coche de la marca dirigido a ese cliente que quiere usar su deportivo a diario. Así que es el cupé-cabrio más rápido del mundo y también uno de los más cómodos. Lo probamos (bajo la lluvia) en las carreteras de la Puglia italiana.
la vida consiste en elegir; y esas elecciones vitales condicionan el tipo de coche que conduces. Si decides tener hijos, por ejemplo, es muy posible que te veas obligado a sustituir tu bonito cupé por un espacioso familiar. Si utilizas el coche a diario en ciudad, eres carne de pequeño utilitario; y si te gusta viajar o practicar deportes al aire libre, por mencionar un último caso, el sentido común determina que te compres un SUV.
No obstante, en contadas ocasiones puedes tenerlo todo sin renunciar a nada. No diremos que sea barato, pero tal encaje de bolillos existe. Lo sabemos porque lo acabamos de probar en el sur de Italia. Es un cupé, un cabrio, un superdeportivo, un familiar y un vehículo versátil para usar a diario; y se llama Ferrari Portofino.
Para entender este vehículo, hace falta saber antes que, entre los nuevos clientes de la marca italiana, un alto porcentaje utiliza su deportivo todos los días o para irse de vacaciones (un 85%); y que hasta un 30% suele ocupar las plazas traseras (sobre todo con sus hijos: dichoso el chaval que va cada día al colegio en un Ferrari). Así que, puestos a sustituir el California, en Maranello pensaron en hacer un coche mucho más práctico, con un diseño llamativo pero no ostentoso –socialmente aceptable, nos dicen– y que, ya de paso, superara en prestaciones a su antecesor. Dos en uno… o cuatro en uno, si consideramos que es un cupé-cabrio de techo rígido. La cuadratura del círculo.
El resultado, sin embargo, para nada es un Frankenstein. Por un lado, su perfil de dos volúmenes es todo un hallazgo: con el techo en su lugar –se pliega en 14 segundos, incluso en movimiento a baja velocidad–, no dirías que es un descapotable. Por otro, cumple casi a la perfección con lo
EL FERRARI PORTOFINO ES EL CUPÉ-CABRIO MÁS RÁPIDO DEL MUNDO, PERO ESO NO LE IMPIDE SER PRÁCTICO Y VERSÁTIL
que le pedirías a una berlina familiar: buen acceso a todas las plazas, espacio para las piernas y para la cabeza, un maletero capaz de albergar dos o tres maletas, autonomía de hasta 730 km y un confort de marcha sorprendente –con este Ferrari no te dejarás la espalda en los baches ni jurarás en arameo cada vez que veas un guardia tumbado gracias a la suspensión electromagnética adaptativa SCM-E–. Incluso dispone de un sistema de válvulas que modula el sonido de los escapes para que sólo truenen de verdad cuando quieras escucharlos –no hace falta decir que, como en todo Ferrari, suenan a música celestial–.
Podría parecer por lo dicho hasta ahora que el Portofino sacrifica la deportividad en aras de la versatilidad y el confort. Nada más lejos de la realidad: en el lado prestacional, nos encontramos un GT de 600 CV (40 más que el California T), que se alimentan del multipremiado motor V8 turbo de 3,8 litros de la marca. Todo ello conectado a una transmisión de doble embrague y siete velocidades.
Su aceleración lineal es brutal –hace el 0 a 200 km/h en 10,8 sg–, pero la lateral no se queda atrás. Es el primer coche de estas características al que Ferrari equipa con el diferencial electrónico Ediff3 y eso marca la diferencia. Además, el chasis es un 35% más rígido, fruto de mejoras en su construcción y de la utilización de elementos aerodinámicos –como el carrozado de los bajos– con carácter estructural. Mejora al California T en recta, en curva rápida y en curva lenta, y es por derecho propio el cupé-cabrio más rápido del mundo.
En el interior destacan los nuevos asientos, más ergonómicos y ligeros, la pantalla multitouch de 10,25" –con Apple Carplay y navegador en 3D– y el renovado climatizador (que ahora es un 25% más rápido y un 50% más silencioso). Como novedad, ofrece un display táctil para el pasajero de 8,8", en el que el copiloto puede operar funciones del coche o limitarse a contemplar la información del viaje.
En conclusión, por unos 215.000 euros Ferrari te ofrece la posibilidad de comprar un sueño del que no te arrepentirás cuando te despierten a gritos los niños. Un cupé-cabrio para disfrutar todos los días, haga sol o llueva. Elegir nunca ha sido más fácil.