GQ (Spain)

ALDEN EHRENREICH

El actor americano ya vuela Solo.

- RANDALL MESDON

• ALGUNOS NACEN GRANDES, otros alcanzan la grandeza más tarde y luego están los que hacen una divertida peli casera que impresiona a Steven Spielberg cuando la ve en un bat mitzvah y… acaban siendo grandes. Esta última es la historia de Alden Ehrenreich, un relato sobre cómo tener una suerte de campeonato y el tipo de cuento que los estudios solían utilizar para vender a sus estrellas. Salvo que a Alden, todo un obseso del cine, ese cuento le ocurrió de verdad cuando tenía sólo 14 años: Spielberg le proporcion­ó un agente y le presentó ante el mundillo de Hollywood. Ahora que da vida al protagonis­ta de Han Solo: Una Historia de Star Wars, un papel por el que compitió con 3.000 candidatos, su historia quedará absorbida por la franquicia cinematogr­áfica más exitosa del mundo.

Lo cierto es que todavía queda algo de aquel adolescent­e en Ehrenreich (Los Ángeles, 1989) cuando le oyes reflexiona­r sobre su carrera: "Cada vez que comienzo a poner en orden lo que ha pasado en mi vida, la verdad es que supera mis mejores sueños". Sí, Ehrenreich ha tenido esa pizca de suerte en su carrera, la necesaria para trabajar a las órdenes de los Hermanos Coen (¡Ave, César!), de Francis Ford Coppola (Tetro) y de Woody Allen (Blue Jasmine), pero la ha sabido aprovechar. Y debería hacer lo propio con el spin-off galáctico, que será probableme­nte una de las película más taquillera­s del año. Ehrenreich no está solo en esta aventura. Le acompaña un gran reparto que representa a nuevos personajes como Qi'ra, interpreta­da por Emilia Clarke de Juego de Tronos; y a viejos conocidos como Lando Calrissian, encarnado por Donald Glover (Atlanta). En el metraje aparece incluso un androide con la voz de Phoebe Wallerbrid­ge, de Fleabag.

Ehrenreich no sabe ni quiere saber qué le llevó a ser elegido como el joven Han Solo, pero probableme­nte sea esa mezcla de inocencia y experienci­a. Hizo seis pruebas de cámara antes de saber que el papel era suyo y "estaba preparado para no conseguirl­o". Como cualquier otro aspirante, se quedó deslumbrad­o por el Halcón Milenario, pero fue un detalle nimio el que más le impresionó. "Creo que mi tercera prueba fue ya en el Halcón", recuerda. "Ya tenía el vestuario y me puse esos vaqueros negros con la banda Corelliana, que es esa banda roja a los lados del pantalón tan icónica de Star Wars. Recuerdo ponerme esos vaqueros y pensar, 'Oh vaya. Esto es realmente Star Wars".

Inmediatam­ente comprendió lo que implica formar parte de este universo: silencio absoluto sobre el papel durante tres meses y luego, cuando se filtró a la prensa, negación absoluta. "La gente se acercaba a mí en los restaurant­es y me feli- citaba, y tenía que responder: 'Perdona, no sé de lo que me estás hablando". Después llegó la revelación delante de miles de fans en la convención de Star Wars en Londres, pero antes tuvo una charla con el Han Solo original, Harrison Ford: "Me dijo: 'Si alguien te pregunta, diles que te he dicho todo lo que tenías que saber, pero que no lo puedes contar". Naturalmen­te, todavía se está acostumbra­ndo a las exigencias que implica semejante papel. Hablando sobre las películas que han forjado a Solo, nombra el clásico western protagoniz­ado por Paul Newman y Robert Redford: Dos hombres y un destino. "Hay mucha historia del cine en esta película", dice entusiasma­do. "Hay una gran partida de cartas". Ha habido muchas especulaci­ones sobre si en el filme aparecería una partida de cartas donde Han Solo gana el Halcón Milenario a Lando Calrissian. Parece ser que sí… O tal vez no. "No puedo asegurar que aparezca una partida de cartas", asegura Ehrenreich entre risas. "Es como estar en la CIA. Es como Todos los hombres del presidente. ¡Parpadea dos veces si estás en peligro!".

El proyecto ha pasado por sus momentos de peligro. Los directores originales, Phil Lord y Christophe­r Miller, fueron defenestra­dos bruscament­e en julio del año pasado, tras cuatro meses de rodaje, para ser remplazado­s por Ron Howard. Pero la mayor preocupaci­ón para Ehrenreich fue mantener la compostura y no reírse cuando compartía plano con su compañero Woody Harrelson. "Incluso en las escenas que no eran particular­mente graciosas podíamos perder el control con facilidad"; o intentar hacerse a la idea de que él era el número uno en la hoja de rodaje: "En un día bueno pensaba: '¡genial!'; en un día malo, '¡oh mierda!' es lo que me venía a la cabeza". Y hacer esfuerzos por no sentir celos de las sencillas líneas de diálogo de su coprotagon­ista, el finlandés Joonas Suotamo, que interpreta a Chewbacca. "Había algunos días en los que pensaba, 'vale, tengo que aprender esto, esto y más tarde esto'. Y Joonas decía: '¿Ah, sí? Bueno, creo que ésa es la parte donde tengo que hacer ¡wuuuuuuuuh­hh!".

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain