Así se forma un maestro relojero
Para trabajar para gigantes relojeros como Swatch o prestigiosas manufacturas como Patek Philippe y Rolex, los títulos oficiales no siempre son suficientes. Las grandes también cuentan con sus propios y muy exigentes cursos de formación a los que sólo aquellos con conocimientos mecánicos fuera de lo común tienen la oportunidad de acceder.
CÓMO ACCEDER A LAS GRANDES MARCAS
Los diplomas oficiales suizos no garantizan que las grandes manufacturas abran sus puertas de par en par. Tampoco son la única vía para conseguir un puesto en ellas, porque las más prestigiosas cuentan con sus propios cursos y procesos de selección. Patek Philippe, por ejemplo, adiestra a sus relojeros en su cuartel general de Ginebra, pero también tiene su Horology Programme, un curso de dos años que desarrolla en grandes ciudades como Shanghái y Nueva York. Acabarlo garantiza un puesto de trabajo en la manufactura, es gratis y los estudiantes además reciben ayuda para costear su vivienda y manutención. Sin embargo, el proceso de adjudicación de sus muy contadas plazas es un tanto peculiar: un equipo de headhunters es el que peina la bolsa de trabajo de candidatos jóvenes que busquen empleos técnicos. Es decir, que requiere de invitación previa.
LA ALTERNATIVA ESTADOUNIDENSE
Fuera de Suiza, el país que más cuida la formación de futuros relojeros es EE UU, donde los costes de losprogramas universitarios suelen ser elevados. El más célebre y reconocido es el Lititz Watch Technicum de Pensilvania, entre otras cosas porque detrás esta Rolex, que lo ideó en 2001 para hacer frente a la escasez de maestros relojeros con la capacidad para trabajar para las grandes manufacturas. Ofrece un programa de dos años de duración (algo más de 3.000 horas) validado por la Swiss American Watchmaker's Training Alliance (SAWTA). Es gratuito, pero el proceso de selección es muy exigente (sólo se acepta a alrededor de una quincena de alumnos al año); además, los estudiantes deben costearse sus propias herramientas de trabajo, cuyo precio supera los 7.000 dólares. El programa se centra especialmente en micromecánica y servicio postventa, haciendo especial énfasis en los cronógrafos.
EL LEGADO DE NICOLAS G. HAYEK
Nicolas Hayek nació en Beirut en 1928, en una familia sin ninguna tradición en el mundo de los relojes (su padre era dentista). Eso no le impidió fundar en 1983 el germen del grupo Swatch, la mayor empresa relojera mundial en la actualidad. Hayek murió en 2010, pero su legado sigue vivo a través de varias escuelas para formar a maestros relojeros. Cuenta con seis centros repartidos por tres continentes: Shanghái y Hong Kong (China), Kuala Lumpur (Malasia), Glashütte y Pforzheim (Alemania) y Miami (EE UU). El proceso de admisión, una vez más, es arduo, porque el objetivo es acabar con un número de alumnos bastante reducido. A cambio, reciben una formación individualizada impartida por maestros relojeros. Consta asimismo de 3.000 horas lectivas, repartidas entre dos o tres años, dependiendo del centro.
LA OPORTUNIDAD ESPAÑOLA
En España, el Institut Mare de Déu de la Mercè (Motors, 122. Barcelona) es el único centro de formación que ofrece enseñanza reglada sobre relojería –aunque existen varios cursos privados, como el del Centro Relojero Pedro Izquierdo (Arganda, 39. Madrid)–. Su programa, que se extiende a lo largo de dos años y se imparte en horario de tarde, enseña a montar y mantener relojes e incluye prácticas obligatorias en la industria.