ADVENTURE RIDE
El modelo Adventure va aún más allá. Si la R 1200 GS es la moto más equilibrada y polivalente del mercado, la Adventure hace hincapié en su capacidad offroad. Con el acabado Ride es imposible no enamorarse de ella. 18.950 €.
BMW• Es una de las fechas que todo buen motero tiene señalada en rojo en su calendario. No es una carrera, ni una competición… es mucho más que todo eso. BMW organiza una de las aventuras en moto más atractivas del panorama nacional. En menos de 24 horas se agotan las 750 plazas que te dan la oportunidad de cruzar la península de punta a punta y disfrutar de un recorrido en el que queda patente la riqueza humana y paisajística de nuestro país. La BMW R 1200 GS es la reina absoluta del evento y nos condujo hasta el final de la quinta edición de este must para los moteros.
Nadie puede negar que son el concepto de moda. Son pocas las marcas que no han sucumbido aún a esta corriente que mira al pasado desde el sabor de la competición más pura con tintes old school. Sus cúpulas envuelven un diseño que cala hondo entre los clientes con una cultura de moto más auténtica.
Los de Hamamatsu optan por maquillar uno de sus modelos más exitosos para sumarse a esta moda. El V-twin de esta naked, que aúna carácter y funcionalidad, es pura seda. 7.299 €.
Ni BMW ha podido evitar caer en las garras de las Cafe Racer, y lo hace con una moto que no deja indiferente. Diseño nostálgico para una pura sangre con motor bóxer. 14.400 €.
El chasis de aluminio, deportivo y ligero, acoge un motor de 530 cc que hace las delicias del piloto… y del acompañante.
En situaciones de mucha presión, pocos logran mantenerse tan concentrados como los pilotos profesionales cuando están dentro de la pista. Y, aun así, la concentración absoluta podría resultar útil en situaciones ajenas a las carreras profesionales; en la sociedad actual, repleta de distracciones, acceder a esa "zona" durante una tarea exigente –desde pronunciar un discurso hasta acudir a una entrevista de trabajo– resultaría una habilidad de gran valor. No obstante, este estado mental de alto rendimiento nos resulta tan escurridizo que incluso nos preguntamos si realmente el cerebro de los pilotos funciona de manera diferente.
En efecto, así lo revela una reciente investigación llevada a cabo por Ford y por el King's College de Londres, que consistió en colocar auriculares EEG (electroencefalografía) para rastrear la actividad cerebral de los pilotos profesionales Sébastien Ogier y Andy Priaulx durante una simulación de carrera. Después, los científicos compararon estos datos con los de un grupo de conductores comunes, a los que probaron el kit a continuación para evaluar la manera en que funcionaban sus cerebros en situaciones límite similares. Como es natural, descubrieron que lo que pasa por la cabeza de los pilotos difiere sustancialmente de lo que pasa por el cerebro del hombre de la calle.
"Según revela el estudio, el rendimiento cerebral de los pilotos para evitar distracciones en carreras a gran velocidad y con un alto nivel de concentración es un 40 % superior al nuestro", explica el doctor Elias Mouchlianitis, neurocientífico investigador en el King's College de Londres.
Sin embargo, existe una buena noticia, y es que esta brecha está lejos de ser infranqueable. Si la gente común participa de ejercicios específicos de preparación mental antes de ponerse al volante, su concentración y su desempeño mejoran sustancialmente. Los investigadores demostraron este hecho dividiendo a los conductores comunes en dos grupos: por una parte, quienes habían recibido una preparación mental previa; y, por otra, quienes no la habían recibido. Los resultados fueron notablemente diferentes.
"Una serie de ejercicios mentales básicos permitía a los conductores comunes alcanzar un nivel de rendimiento más alto", sostiene Mouchlianitis. No estamos hablando de rompecabezas complejos, ni de la plena atención que se le requiere a un yogui; simples ejercicios tales como la respiración y la meditación, así como una técnica de visualización que recurre a las palabras clave para evocar la tarea, mejoran hasta en un 50 % la atención de los conductores no profesionales. "Los pilotos de carreras no nacen con esta habilidad. Nuestro experimento demuestra que el entrenamiento mental previo ayuda a mejorar la atención y a ignorar las distracciones, contribuyendo al éxito de esta actividad", afirma Priaulx, triple vencedor del Campeonato Mundial de Turismos de la FIA, después de haber participado en el estudio. Sobre la base de esta nueva visión, Ford trabaja ahora en un casco de carreras con motor EEG (en la imagen) capaz de rastrear la actividad cerebral de los pilotos profesionales durante la carrera para transmitir al equipo esta información en tiempo real. La salud de los pilotos, de hecho, ya se controla de forma remota en la actualidad: en caso de sobrecalentamiento de un piloto en Le Mans, por ejemplo, éste es llamado inmediatamente a boxes. El casco de Ford podría añadir a este panorama su fuente de información de la actividad cerebral en vivo; mientras que la tecnología desarrollada podría hacerse un hueco en aplicaciones de monitorización de la salud y del bienestar, más allá de las pistas de carreras.