ENTREVISTA
El éxito del líder tranquilo
Nacho Fernández, estilo en el campo… y fuera de él.
No todos sabrían gestionar tanto ajetreo en tan poco tiempo. Durante mayo, junio y primeros de julio, el entorno profesional de Nacho Fernández (Madrid, 1990) mutó casi por completo… y no siempre de un modo positivo. Hagamos memoria. 21 de mayo. El por entonces seleccionador nacional español, Julen Lopetegui, da la lista definitiva de futbolistas que acudirán al Mundial de Rusia. Nacho forma parte del combinado. Bien. 26 de mayo. El Real Madrid gana la Copa de Europa. Nacho alza su cuarto trofeo en cinco años. Bien. 31 de mayo. Zidane anuncia por sorpresa que deja el Madrid. Mal. 12 de junio. Lopetegui sustituye a Zizou. Su intención es tomar las riendas del campeón de Europa a la vuelta de Rusia. En principio, bien. 13 de junio. En un arrebato, Rubiales larga a Lopetegui. Mal. 15 de junio, Nacho anota ante Portugal su primer gol (golazo) con la camiseta de la absoluta. Bien. 1 de julio. España cae en octavos ante Rusia tras un partido espantoso. Mal. 10 de julio. Cristiano Ronaldo, pilar del Real Madrid durante la presente edad de oro del club blanco, ficha por la Juventus. Mal.
Uf, menudo viajecito emocional… Por fortuna, Nacho es un tipo tranquilo que aparta las piedras del camino a medida que se las encuentra. "Se han ido dos personas muy importantes, pero vamos a reforzarnos y a pelear por todo lo que está por venir. Tenemos una gran confianza en nosotros mismos. Es evidente que Zizou y Cris han sido fundamentales en los últimos años, pero la vida continúa sin ellos. Debemos desarrollar nuestras fortalezas y seguir compitiendo", nos explica.
La temporada que ahora arranca le da buenas sensaciones al central porque Lopetegui ya ha dado muestras en el pasado del respeto que le profesa. La presencia del técnico vasco en el banquillo del Bernabéu implica, de algún modo, que el futbolista gane peso en una plantilla repleta de nombres propios. "Me entrenó en el Castilla y después en la selección. Estoy feliz de que nuestros caminos se vuelvan a unir. Intentaré devolverle su confianza dándolo todo y jugando bien", asegura. La llegada de Odriozola, lateral polivalente de enorme proyección, podría restarle minutos de juego, algo que por ahora no parece preocuparle en exceso: "Es un gran jugador, un chico joven completamente preparado para triunfar aquí. Sé que la competencia es máxima, por eso me preparo para estar a la altura".
PENSANDO A LARGO PLAZO
Nacho forma parte de la gran familia blanca desde 2001. Teniendo en cuenta que nació en 1990, el 6 se ha pasado más de la mitad de su vida entrenando en la Ciudad Deportiva del Paseo de la Castellana primero y en Valdebebas después. Debutó con el primer equipo un 23 de abril de 2011 ante el Valencia en Mestalla. Mourinho fue el entrenador que le brindó la oportunidad aquel día. Hoy, época de mercenarios, de representantes que se ven a sí mismos como estrellas de rock, de futbolistas asociados a fondos de inversión y de mercadeo, se agradece saber que aún quedan tipos que sienten los colores de su club, independientemente de cuáles sean éstos. Un one club man, que dirían los ingleses. "En la carrera de cualquier deportista hay una etapa en la que no juegas todo lo que te gustaría. Por fortuna, yo llevo dos años espectaculares a
nivel personal y profesional y no hay un sitio más adecuado para mí que el Real Madrid. Aquí la exigencia es máxima, pero mi idea es mantener el ritmo y terminar mi carrera en mi casa".
Carismático y con buena presencia, es evidente que tiene madera de ganador. Una suerte de líder en la sombra. Este peculiar magnetismo le ha llevado a llamar la atención de fabricantes de lujo como Montblanc, firma que le ha nombrado amigo de la marca. "El trato con ellos es fantástico. A mí me encantan los relojes, así que es fácil sentirse cómodo a su lado. Mantenemos una relación de cariño muy sana". También se ha hecho notar en medios de comunicación que tienen más vínculos con la moda y el estilo de vida que con el deporte. Sirva como ejemplo el ma-ra-vi-llo-so ejemplar que tienes entre manos: "Me gusta participar en sesiones que me sacan de mis lugares comunes. No estoy muy acostumbrado, pero lo llevo bien".
Casado con su chica de toda la vida, es padre de dos hijos. Visto desde fuera, parece dueño de una vida perfecta. No obstante, él reconoce que todavía tiene algún que otro sueño por cumplir: "Me gustaría quitarme la espinita del último Mundial y ganar un torneo importante con España". Que nosotros lo veamos, amigo.
"Zidane y Cris han sido fundamentales en los últimos años, pero la vida continúa sin ellos"