Un mito en el Guggenheim
Si sólo puedes ver una exposición en lo que queda de año, que sea la mejor: EL LEGADO THANNHAUSER. DE VAN GOGH A PICASSO.
Démosle algo de contexto a una de las exposiciones más deseadas del año (y de la década, quizá): De Van Gogh a Picasso. El legado Thannhauser. Empecemos. En 1909, el marchante de arte alemán Heinrich Thannhauser fundó en Múnich la Moderne Galerie. Con él trabajaba su hijo Justin K., que por entonces apenas sumaba 17 años. Ambos elaboraron un amplio programa de exposiciones sobre artistas impresionistas y postimpresionistas franceses. También dedicaron muestras a autores contemporáneos de su país. En 1913, padre e hijo organizaron una retrospectiva con Picasso como protagonista, muestra que unió en amistad al genio malagueño con la familia Thannhauser. Tras la muerte de Heinrich en 1934, Justin K. sucedió a su padre como gestor de la sala muniquesa. También abrió sede en Lucerna y desarrolló actividades en Berlín y París. La II Guerra Mundial le obligó a refugiarse en Nueva York, donde siguió ampliando su colección personal hasta convertirla en una de las más completas de arte europeo realizado entre finales del XIX y principios del XX. En 1963, años antes de regresar a casa, Justin decidió legar parte de su colección a la Fundación Solomon R. Guggenheim. Hilde Thannhauser, viuda de Justin desde 1976, ampliaría estos fondos con donaciones adicionales en los años 80 y 90.
BILBAO, HOGAR DE MAESTROS HASTA 2019 Estas aportaciones incluían piezas de Vang Gogh y más de 30 picassos –su amistad era sincera–, así como obras de grandes figuras del Impresionismo y del Posimpresionismo, y de otros maestros modernos como Cézanne o Manet. Al Guggenheim de Nueva York le había caído en las manos una colección incomparable, un tesoro cuyo valor económico dejaría una calculadora científica corta de dígitos. Por fortuna, desde el 21 de septiembre se puede disfrutar en el Guggenheim de Bilbao –evento exclusivo en Europa– de casi toda la colección del galerista alemán; cerca de 50 obras hasta hoy custodiadas por la fundación matriz al otro lado del Atlántico. Además de pinturas, esculturas y obras sobre papel, la muestra ofrece también material de archivo, libros de inventario y fotos, con el objetivo de documentar el compromiso de la familia Thannhauser con el arte europeo.