ANDROCENTRISMO
"Las mujeres hemos cambiado mucho en poquísimo tiempo y con nosotras lo ha hecho la prensa femenina", explica Nerea Pérez de las Heras, que ve en el final de la masculinidad única la clave del progreso. "Vamos conquistando el espacio público, pero los hombres han cambiado muy poco en paralelo. Me encantaría que una revista masculina tratara el tema de la paternidad o de los cuidados a personas dependientes como problemas humanos (y no sólo de las mujeres)". La diversidad en los modelos de masculinidad es también la respuesta para Beatriz Serrano: "El mayor avance para una cabecera masculina sería apostar por nuevas masculinidades y diversificarse: pensar en los hombres de sexualidades diversas, no sólo en el hombre heterosexual; en hombres racializados, no sólo en el hombre blanco; en los hombres sensibles, en aquellos que prefieren ser buenos padres a líderes en sus trabajos, o en esos otros que están deseando hablar de temas que les preocupan". En esa línea, Andrea Savall apunta que los medios masculinos "todavía no abordan apenas temas como la ansiedad o la depresión, ni aquellos en los que el hombre puede parecer menos fuerte. Si se habla del trabajo siempre es desde el punto de cómo alcanzar poder. Es urgente que dejemos de esconder la parte sensible del hombre". Por su parte, Henar Álvarez encuentra en la representación femenina la transformación necesaria: "Encontrar temas en los que las mujeres sean protagonistas, poner el foco en la paridad. Ahora vivimos un momento en el que hay muchas mujeres en política, que es un tema que nos interesa a todos". Coincide con ella Pilar de Francisco, apuntando que hay mucho talento femenino que merece ser premiado. "A mí me haría ilusión ser Hombre GQ de la semana, casi más que el título de Sir".