LOS DIEZ MOMENTOS DE LA PASARELA
Sobre ella, las tendencias se suceden imparables. ¿Y a su alrededor? Se producen despedidas anunciadas (o sin previo aviso) y se crean performances e interiorismos inesperados. A continuación, los momentos más destacados de los desfiles de otoño-invierno
La despedida Otro adiós (sin previo aviso) se produjo en el desfile especial que la firma Bottega
Veneta organizó en Nueva York. Su director creativo,tomas Maier, abandonó su puesto unos meses después de convertir el American Stock Exchange de Wall Street en una instalación que incluía un salón retro (muy acorde con el estilo de la colección) en el que se celebró un cóctel que para Maier fue de despedida, obviamente. Durante su transcurso, los invitados pudieron ver de cerca las prendas y accesorios, en un espacio ideado por Scott Pask, prestigioso set
designer y ganador de un premio Tony. Moda e interiorismo para una velada memorable. El espacio Cuando la ubicación de un desfile complementa a la perfección el estilo de una colección de moda, todo cuadra. Y el mensaje llega sin interferencias al espectador. Esto es lo que sucedió con la firma Ermenegildo
Zegna. Su director creativo, Alessandro Sartori, contrató los servicios del paisajista suizo Thomas Flechtner para llenar de nieve artificial la Universidad Bocconi de Milán, de estilo neobrutalista. El resultado no pudo resultar más impactante. El epílogo Despedirse de una etapa bien acompañado fue, sin lugar a dudas, la prioridad para el diseñador Kim Jones. Por eso, para decir adiós a Louis Vuitton (y dar paso a su nueva etapa al frente de la firma Dior Homme), el creador británico contó con la presencia y el apoyo de dos buenas amigas y compatriotas: Kate Moss y Naomi Campbell. Ambas se vistieron con trenches Monogram, desfilaron como las diosas de la pasarela que siempre serán y posaron con un emocionado Jones en el concurrido backstage. El colofón Las despedidas sin previo aviso continuaron en París durante el desfile de la firma Dior Homme. Su director creativo, Kris Van Assche, presentó su última colección con la intención de marcharse por la puerta de atrás, tras once años al frente del menswear en la histórica maison.y así sucedió pocos meses después. Entonces fue cuando los asistentes al desfile ataron cabos recordando la canción que el diseñador belga eligió para concluirlo. El hit ochentero Forever
Young de Alphaville resumió de manera impecable el legado que Van Assche ha dejado en Dior y fue su sutil manera de irse a dirigir Berluti. El desenlace Y como no hay dos sin tres (en este caso serían tres sin cuatro), un último diseñador también dijo adiós sin avisar a su etapa en la firma Berluti con una colección impecable y el mejor front row de todas los fashion weeks. Haider Ackermann dejó constancia de su buen hacer sobre la pasarela y en el photocall, donde ejerció de inesperado anfitrión con el actor Timothée Chalamet.
El detalle Las palomitas de maíz en la invitación de la firma neoyorquina Calvin Klein 205W39NYC eran literales, es decir, La MBFWM La Mercedes-benz Fashion Week Madrid también tuvo sus momentos memorables. En primer lugar, hay que destacar que la firma García Madrid se confirmó como una de las grandes propuestas al llegar al American Stock Exchange (sí, otra vez esta solicitada ubicación) todo estaba lleno de ellas. De este modo, la pasarela pop
corn y las zonas para el público se convirtieron en una experiencia crispy al desfilar sobre ellas. Reproducciones de obras fotográficas de Andy Warhol y esculturas de Sterling Ruby completaron la escenografía. masculinas. Junto con ella, el despliegue erótico-festivo de
Palomo Spain en las entrañas del Teatro Real, la performance con ovejas incluidas y música de Paco de Lucía de Oteyza y la propuesta arty de la firma Duarte, que se desplegó en la galería IKB 191 Studio. El recinto Bienvenidos a la sala de operaciones de Gucci, un aséptico lugar en el que desfilaron los modelos del modo más deshumanizado posible. Alessandro Michele, inspirado por el doctor Frankenstein, creó un espacio que denominó "laboratorio" para poder experimentar con la moda y, de paso, dar algún susto al público asistente con réplicas de cabezas humanas, crías de dragón y serpientes. Y todo ello bajo potentes luces LED que irritaban los ojos como lo hacen las pantallas de toda esa tecnología que utilizamos día tras día. Bajo el nombre de Cyborg, la colección volvió a insistir en los cruces de culturas y de sexos como base para mostrar una nueva generación de chicos y chicas que ni lo parecen ni falta que les hace. El argumento Las inspiraciones de las colecciones siempre tienen un punto de partida y, en el caso del belga Raf Simons, éste fue la icónica película
Yo, Cristina F., de 1981. Basada en un libro autobiográfico sobre la adicción de una adolescente a la heroína, su estética hardcore y, cómo no, la aparición en concierto de David Bowie (responsable de la banda sonora del filme) contribuyeron a mitificar una historia que, para Simons, es como un "cuento" sobre el peligro del uso y abuso de las drogas en una época en la que la desinformación al respecto era total. La causa Un último adiós se produjo en Londres durante el desfile de
Burberry. Tras 17 años al frente, Christopher Bailey cedió el testigo y se despidió con una colección que rinde tributo a la cultura
streeter de los 80s y 90s, reivindicando también los derechos de la comunidad LGBTQ+. ¿Cómo? Con el arcoíris como elemento capital e himnos militantes como
Smalltown Boy de los ingleses Bronski Beat.