En este despacho trafican con 'Fariña'
Hablamos con Ramón Campos, cofundador de BAMBÚ PRODUCCIONES (Fariña, Las chicas del cable…) y uno de los artífices del milagro seriéfilo español.
"Esta industria se mueve cada vez más rápido; pronto alcanzaremos velocidad de crucero"
Buenos tiempos para la lírica, cantarían Golpes Bajos si le echasen un ojo al actual panorama audiovisual español. Sólo hay que estar medio informado para saber que la ficción hecha aquí disfruta hoy de una bonanza casi sin precedentes. La irrupción de las plataformas de pago –Netflix, HBO, el modelo de producción propia de Movistar+…– es el motor de arranque de un sector que llevaba años sin ver estos espectaculares aumentos de cuota de espectadores. Las productoras de ficción contemplan estos días de vino y rosas con optimismo. Entre ellas Bambú Producciones, la empresa responsable de Gran Hotel, Gran Reserva o Hispania, primero, y de Las chicas del cable, Velvet Colección o Fariña después. "Aquí hemos vivido este crecimiento de un modo muy especial porque nosotros nacimos en 2008, en pleno estallido de la crisis. Salimos adelante gracias a Antena 3, cadena que nos confió proyectos que terminaron siendo exitosos y nos convirtieron en lo que somos hoy", nos explica Ramón Campos (A Coruña, 1975), cofundador, guionista y productor ejecutivo de la compañía y testigo directo del milagro seriéfilo. "Nuestra experiencia nos hace ver la situación con perspectiva y nos aporta sabiduría, ya que el negocio es hoy
completamente diferente. Llevamos tres años inmersos en una revolución tanto creativa como profesional. Aunque suene raro, ahora hay ocasiones en las que nos cuesta encontrar un equipo técnico para hacer un determinado proyecto porque todas las personas de nuestro círculo están ocupadas y no pueden compatibilizar trabajos. Esto es algo muy positivo, ya que deja patente que la industria audiovisual española no deja de crecer", añade Campos.
SOSTENIBILIDAD Como en España ya tenemos cierto callo en materia económica, uno se fija en la cantidad de proyectos que están saliendo adelante y no puede evitar pensar –con algo de miedo, todo sea dicho– en la creación de una burbuja. A día de hoy es complicado saber si todas las series que se están desarrollado van a lograr ser medianamente rentables, más aún si tenemos en cuenta que las productoras suben su apuesta continuamente e incurren en gastos cada vez mayores. "No pienso que lleguemos a una burbuja como tal. Sí creo que llegará el momento en que toda esta situación se regule. Las plataformas tienden a fusionarse porque, de seguir a este ritmo, vamos a alcanzar un punto en el que el mercado no va a poder asumir todo lo que se le ofrece. Esto no quiere decir que se vaya a pegar un frenazo. Netflix, por ejemplo, debe seguir generando contenido si quiere mantener o hacer crecer su base de abonados. Esta industria ha echado a andar y cada vez lo hace más rápido; un día alcanzará una velocidad de crucero que dará con un modelo que sea totalmente sostenible", nos tranquiliza uno de los máximos responsables de Bambú.
MÁS Y MEJOR El modelo para valorar si tu trabajo gusta (o no) también ha cambiado en los últimos años. Por un lado tenemos el método Netflix, en el que ofreces todo tu contenido (la temporada) el mismo día y esperas a que el usuario se pronuncie (que valore tu serie e interactúe a través de RR SS, por ejemplo); por otro, el método convencional, ése que se basa en los datos de audiencia que se recogen semana tras semana tras la emisión de cada capítulo. Este método se prolonga en el tiempo y desprende, a ojos de Ramón Campos, una información más fiable: "Las series se plantean de la misma manera en ambos casos. El flujo de trabajo es el mismo para una serie que se va a emitir en Antena 3 que para otra que se prepara para Movistar+ o Netflix. Sin embargo, los índices de audiencia que genera la televisión convencional te dan una idea muy precisa de lo cerca o lo lejos que estás de tus objetivos. De algún modo, ésta ha sido la esencia de nuestro trabajo durante años. A mí me gusta saber cómo funcionan nuestros proyectos, si nos hemos ganado al público".
Diez años en el negocio colocan a Ramón Campos en un estrado desde el que puede opinar con criterio. A decir verdad, nos conviene escuchar lo que dice. De algún modo, es nuestra cultura televisiva la que está en juego. A su modo de ver, el futuro se presenta despejado… aunque ha llegado el momento de subir de marcha. "Lo que se está haciendo en España en los últimos años merece una calificación de notable. Para llegar al sobresaliente aún debemos seguir trabajando. Eso sí, con los recursos y presupuestos que manejamos aquí, los productores hemos demostrado un nivel muy alto. Creo que ha llegado el momento de aumentar la inversión, de que nos inyecten dinero para seguir creciendo y colocando aún más ficción española en el mercado internacional".