El rey del ron
Javier Pijoan es el Director General para España, Portugal y Andorra de BACARDI LIMITED, la empresa propietaria del legendario Ron Bacardí, el más premiado y vendido del mundo.
Aquí donde lo ven, con aura, Pijoan parece un santo, y algo de eso debe tener alguien que pilota la división española de la compañía privada de licores más grande del mundo; alguien que rinde cuentas a las 500 familias propietarias de una enorme empresa, con las que tiene una relación "genial". "El apoyo que tenemos de ellos es maravilloso. Tenemos la suerte de que la compañía nació en España y muchos de los accionistas continúan viviendo aquí. Sentimos su cariño y todo lo que hemos pedido, nos lo han dado."
Han pasado siete generaciones desde que el español Facundo Bacardí Massó puso en marcha la primera destilería en Santiago de Cuba en 1862. Son 156 años de historia que han traído a Bacardí hasta 200 de las más prestigiosas marcas de destilados. Poca gente sabe que Bacardi Limited es propietaria de Martini&rossi desde 1993, a pesar de su italianísima fama. También lo es de Dewar's, Grey Goose, Bombay Sapphire, Eristoff, William Lawson's o el tequila ultra premium Patrón, la última joya adquirida.
Conscientes de que tienen entre manos un producto delicado, hacen campaña por un consumo responsable: "Bacardí desea vender, pero no quiere el dinero que debería usar para comprar el pan" (1930), o "Bacardí se mezcla con todo, excepto con la conducción" (1970), son algunos de sus lemas históricos. También están comprometidos con otras causas: en sus fábricas promueven la eficiencia en el uso del agua, cambian las calderas de gasoil de sus destilerías por otras de biomasa para reducir las emisiones y evitan las pajitas de plástico en sus demostraciones para bartenders. Apasionado por la gestión de equipos, Javier Pijoan tiene una máxima: "No business plan without a people plan", y se ha puesto manos a la obra en busca de la diversidad. 25 nacionalidades diferentes, un 46% de mujeres en el comité de dirección o un 36% de millennials lo prueban. Trabajan en un edificio diáfano, con vistas de 360º sobre el centro de Barcelona, donde ultiman los detalles del próximo bombazo: el Bacardi Innovation Lab, desde donde los hermanos Albert y Ferran Adrià se han propuesto revolucionar la coctelería como hicieron con la cocina. Seguro que dará qué hablar.