La cuadratura de la 'Q'
El AUDI Q8 es mucho más que un SUV cupé. Es también un coche de lujo para ese cliente que lo quiere todo: espacio, deportividad, capacidad 'offroad' y estatus.
El nuevo miembro de la familia Q es uno de esos coches que hacen honor a su segmento: Sport Utility Vehicle. Es deportivo por su silueta cupé, su motor TDI de 286 CV y 600 Nm de par, y el excelente dinamismo que muestra en cualquier tipo de carretera para un coche de cinco metros y 2.145 kg. Es ciertamente práctico, por el generoso espacio interior que se deriva de una batalla de casi tres metros, el enorme maletero (que puede llegar a albergar entre 605 y 1.755 litros de carga) y su capacidad para rodar en pistas de tierra o sobre nieve merced a su tracción quattro. Y tiene ese aire de todote- rreno poderoso y profundamente masculino, por obra y gracia de un diseño limpio y musculoso que recuerda al mítico Audi Ur-quattro de los 80 y subraya en el frontal una nueva parrilla Single Frame más contundente (que llevarán en el futuro todos los Q de Audi). Y, sin embargo, si tuviéramos que definir el Q8, un coche completamente nuevo en el portfolio de la marca alemana, diríamos que es un cupé de cuatro puertas en forma y fondo de SUV; o una berlina de lujo con alma de todoterreno.
El interior, de hecho, recuerda inevitablemente al del A8, con su profusión de pantallas perfectamente integradas a través de las cuales se maneja desde el climatizador a la navegación inteligente; también por la sensación de calidad que transmite. Cuando te echas a rodar con él, te sientes envuelto de inmediato en una atmósfera de refinamiento. También de confort, que tiene mucho que ver con el excelente aislamiento del habitáculo y la suspensión con regulación de dureza (en opción, existe una neumática adaptativa que merece la pena equipar). Por el asfalto, incluso en vías reviradas en las que sospechas que se encontrará como un loro en un garaje, es sorprendentemente ágil (aquí ayuda el eje trasero direccional y el control selectivo de par en cada rueda). En conducción offroad por pistas de grava cumple con nota. Se siente un poco duro de chasis para tales menesteres (las llantas de hasta 22" no ayudan), pero nada lo detiene.
En general, lo hace todo bien, bonito y sin esfuerzo. Es uno de esos coches que te cuidan, perdonan tus errores y te ponen una sonrisa en los labios. 85.000 euros te separan de él.