Hermano mayor
El modelo más grande y espacioso de la gama 500, el FIAT 500X, se renueva para seducir a ese público que demanda vehículos de estética 'crossover'… también en el segmento de los compactos pequeños.
En pocos vehículos está tan justificado un restyling como en el Fiat 500, un automóvil cuyo atractivo debe tanto, precisamente, al estilo. Pero si además hablamos de la versión SUV, el 500X, la necesidad de su renovación se hace más comprensible: casi cada mes llegan nuevos contendientes a este segmento ultracompetitivo y quedarse atrás no es una opción admisible. La versión 2019 de este crossover que comparte construcción con el Jeep Renegade es un vehículo sorprendentemente espacioso: mide 4,26 metros de largo (un centímetro más que el modelo al que sustituye), frente a los 3,55 metros del 500 convencional de tres puertas. Tanto el frontal, con unas ópticas led que sustituyen a las de xenón, como la parte trasera del coche han sufrido pequeños cambios estéticos para refrescar el diseño (parachoques, pilotos y llantas de aleación, fundamentalmente, amén de nuevas combinaciones de colores). El salpicadero sufre asimismo modificaciones: estrena el sistema multimedia Uconnect 7 HD Live (con pantalla de alta resolución, conexión a internet y compatibilidad con Carplay y Android Auto), un nuevo volante y mejores materiales y acabados. En el apartado mecánico, destacan los dos nuevos motores de gasolina: un tricilíndrico de un litro y 120 CV de potencia y otro de cuatro cilindros y 150 CV. Los motores diésel, viejos conocidos, se actualizan también para cumplir con la normativa Euro 6D-TEMP. Llama la atención que existen cuatro cajas de cambio diferentes para el modelo: manual de cinco o seis velocidades y automática de seis (de doble embrague) y nueve marchas (de convertidor de par).
En conclusión, el nuevo 500X cambia lo justo para mantenerse como una referencia interesante. Ya era el 500 más versátil. Ahora, lo seguirá siendo.