Respeto a la pureza
Nada mejor para apreciar un Scotch Single Malt de categoría como el Cardhu Gold Reserve, uno cuya tradición se remonta a 1824 y a Speyside, la cuna del whisky escocés, que servirlo en un vaso corto, solo y con un hielo sólido. Es así cómo más se disfruta de las dulces pinceladas de 'toffee' culminadas en un final seco, de esas notas picantes que se entremezclan con un sabor afrutado que aporta toques de manzana asada...