El eje francoitaliano
Probamos la gama 2019 de MASERATI en una bucólica ruta Montecarlolyon-parís.
Hay rutas que sólo se pueden hacer a bordo de un gran turismo como los de la marca del tridente. Por ejemplo, Montecarlo-parís.
La propuesta parece estar destinada a instaurar los pilares de una curiosa alianza de naciones a través de una experiencia de conducción. Maserati, una de la históricas automovilísticas italianas, ha convocado a un selecto grupo de periodistas para probar sus juguetes más recientes: la gama MY19. Lo curioso es que recorreremos una ruta genuinamente francesa, atravesando La Provenza y La Borgoña, entre arte, viñedos y châteaux.
Arrancamos trayecto en Montecarlo al volante del Ghibli, el sedán deportivo de la gama, y antes de montarnos en él ya apreciamos su imponente parachoques delantero con rejilla grande, perfil morro de tiburón y barras cromadas. Ya en el interior todo gira alrededor de una interfaz intuitiva, despejada y fácil de usar. La consola central se adapta a una palanca de cambio rediseñada y un grupo de botones para los modos de conducción. Escogemos el modo deportivo e iniciamos ruta, dando fe de que el Ghibli ofrece un espacio para las piernas líder en su clase y, a pesar de su silueta de cupé, un espacio cómodo para la cabeza. Desde Montecarlo nos dirigimos hacia el oeste por la costa hasta Le Puysainte-réparade, en plena Provenza francesa, a través de la A8. Después tomamos varias carreteras comarcales, que nos harán dejar a un lado los Parques Naturales des Preálpes d'azur y du Verdon. El Château La Coste, nuestra escala para comer, es un recinto vanguardista que combina la viticultura con el arte contemporáneo. Desde el allí nos dirigimos hasta Lyon por la A7, pasando por Avignon y Valence y cruzando el Valle de Luberon, en un recorrido que nos permite contemplar grandes extensiones de viñedos y campos de lavanda. Lyon es nuestro punto para hacer noche, pero antes hay cena en el restaurante Têtedoie, con
una estrella Michelin y vistas panorámicas a la ciudad.
Llega la segunda jornada que nos lleva primero desde Lyon a Pommard, población de la Borgoña francesa, al volante del Levante, el SUV de la gama. Su motor Twin Turbo V8 lo sitúa en la cumbre respecto a rendimiento absoluto, dinámica de conducción y exclusividad. Su diseño combina líneas de cupé con espacio interior para cinco personas y una eficiencia aerodinámica excepcional. Lo rodamos por la A42, la A40 y la A6, recorriendo Borgoña hacia el norte. En Pommard recalamos en el Château de Pommard, una impresionante edificación del siglo XVIII que ofrece experiencias gourmet.
Para el último tramo, de Pommard a París, nos montamos en el Quattroporte, la berlina insignia de Maserati, con sus nuevos colores y llantas, su palanca de cambio de marchas rediseñada y los interiores de cuero natural pieno fiore que brindan el mejor refinamiento. Por la A6 llegamos a la capital francesa, donde concluye este tour franco italiano para celebrar la puesta al día de la gama. Una ruta de lujo para una marca de leyenda.