GQ (Spain)

/ Steve Mcqueen regresa con la adaptación de la serie 'Viudas'.

Tras ganar el Oscar con '12 años de esclavitud', el director inglés regresa con la adaptación de VIUDAS, su serie favorita de la adolescenc­ia.

- ___por ALBERTO CORONA

En las distancias cortas, Steve Mcqueen (Londres, 1969) es tal y como uno se lo podría haber imaginado antes de conocerlo: un tipo serio, de aspecto imponente y dueño de una voz de barítono. Por eso impacta especialme­nte verle recordar con el cariño que da la nostalgia lo que supuso para él Viudas, miniserie británica creada por Lynda La Plante en 1983, cuando sólo sumaba 13 años: "Me encantaban esos personajes, parecían capaces de cualquier cosa. Con esa edad, en el instituto, a mí me gustaba verme representa­do en ellos", recuerda, entre sorbos de té, dentro de la habitación del Soho Hotel London en la que nos citamos.

Viudas seguía –y sigue– a un grupo de mujeres que tienen algo en común: sus maridos son atracadore­s dentro de la misma banda. Su muerte durante un golpe fallido las deja en una

posición difícil ante los jefes de la organizaci­ón, por lo que se ven obligadas a delinquir para pagar sus deudas. "Ya en 2009, tras rodar mi primera película [Hunger], pensé en hacer algo con Viudas", dice Mcqueen, que tuvo que esperar casi diez años –entre medias se hizo con un Oscar a Mejor película por 12 años de esclavitud– para poder ponerse con ello. Cuando lo hizo, supo rodearse tanto de un gran reparto encabezado por Viola Davis como de una guionista especializ­ada en retratar a mujeres rotas que aún no han dicho su última palabra: Gillian Flynn, autora de Perdida y del reciente éxito de HBO Heridas abiertas. "Es genial cuando dos personas que se entienden han de crear algo juntas", nos cuenta Mcqueen sobre la escritura a cuatro manos del guión de Viudas. "Es como una jam session con dos músicos y sus dos guitarras componiend­o una única canción". Una canción que sorprende escuchar de quien inició su carrera con un miembro del IRA en Hunger, la consolidó con el retrato de un adicto al sexo en Shame y la remató logrando que todo Hollywood escuchara el alegato antirracis­ta de 12 años de esclavitud.

MUCHO MÁS QUE UNA PELI DE ATRACOS En la era del #Metoo y del Time's Up, es tentador percibir Viudas como algo más que el tributo de un cineasta a su adolescenc­ia, sobre todo si ese cineasta es Steve Mcqueen. Y, sin embargo, el director niega la mayor. "Se trata de una agradable coincidenc­ia, nada más", asegura, para a continuaci­ón despojar su propuesta de cualquier otra excepciona­lidad: "Piensa en las películas de Bette Davis, Katharine Hepburn o Lauren Bacall. Todas ellas estaban protagoniz­adas por mujeres. No es nada nuevo". Mcqueen no cree que Viudas suponga un cambio de rumbo en su carrera, por muy llamativo que resulte haber pasado de contar historias sombrías con personajes torturados a una aventura de acción. Tampoco el hecho de darle protagonis­mo a mujeres condiciona­das por su raza responde a ningún tipo de deuda pendiente. "Al final, sólo se trata de narrar", dice, encogiéndo­se de hombros. "Todo el mundo tiene una historia que contar… y Viudas era la mía, la que yo quería mostrar", añade.

Ni siquiera alguien tan reticente a explicar los mensajes políticos de su obra puede resistirse a rajar si le mencionas a Donald Trump. Admite, de hecho, que hay mucho de él en la trama. "Sobre todo en los personajes de Robert Duvall y Colin Farrell, padre e hijo con sendas carreras políticas, y en torno a la idea del nepotismo", revela, casi con fastidio. "También en una escena en la que Farrell habla de lo acomplejad­o que se siente frente a los negros, secuencia que de algún modo recuerda al día en que Trump dijo aquello de agarrar a las mujeres por el coño".

Tras evitar meterse en el jardín de las cuestiones de género, la siguiente pregunta se nos antoja tan peligrosa como inevitable. ¿Se planteó Steve Mcqueen en algún momento que él, como hombre, quizá no fuera la persona más adecuada para adaptar una historia escrita por una mujer y con un reparto mayoritari­amente femenino? Responde tranquilo, dando un argumento meridiano: "Bueno, hay que tener en cuenta que hice una película sobre un tipo del IRA que se ponía en huelga de hambre y yo ni soy irlandés ni pertenezco al IRA. Todo se reduce a la verdad que humildemen­te puedas ofrecer; y a respetar y mostrar sensibilid­ad por las personas descritas en el relato". Desde luego, verdad no le falta a Viudas. Como nunca le ha faltado verdad a la carrera de Mcqueen.

"Al final, sólo se trata de narrar. Todo el mundo tiene una historia que contar… y 'Viudas' era la mía, la que yo quería mostrar"

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 ??  ?? REPARTO TOP No están todos los que son, pero sí son todos los que están (de izquierda a derecha): 1. Michelle Rodriguez, Viola Davis y Elizabeth Debicki. 2. Daniel Kaluuya y Brian Tyree Henry. 3. Debicki de nuevo.
REPARTO TOP No están todos los que son, pero sí son todos los que están (de izquierda a derecha): 1. Michelle Rodriguez, Viola Davis y Elizabeth Debicki. 2. Daniel Kaluuya y Brian Tyree Henry. 3. Debicki de nuevo.
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