Seat Mii o cómo conquistar el centro.
El viaje hacia la movilidad eléctrica de SEAT tiene su primera parada en el Mii, el pequeño turismo urbano que, a partir de ahora, será también cero emisiones.
Por convicción o por necesidad (la UE aprieta), en los próximos meses vamos a ver a todos los diferentes grupos de automoción lanzar toda una batería de coches no contaminantes. SEAT no va a ser menos, y durante 2020 va a poner en la calle nada menos que seis modelos electrificados (sin contar patinetes o su primera e-bike). Cuatro híbridos y dos completamente eléctricos: el-born y Mii. Este último será el primero en tocar el asfalto, en los primeros días de este año. En la presentación internacional, que se celebró en Madrid, tuvimos la ocasión de conducirlo y de conocer las claves de un vehículo que está llamado a ser un éxito comercial. En parte, gracias a la oferta de lanzamiento (que incluye equipamiento completo y wallbox de regalo por 17.900 euros), pero no sólo por ello.
Conviene empezar a decir que, en cuanto a diseño, no se diferencia demasiado de un Mii de combustión (dejarán de hacerse, por cierto). Apenas las llantas de 16", algunos logos específicos y la posibilidad de pintar techo y espejos retrovisores de negro. Por dentro, destacan los nuevos acabados del salpicadero, la luz ambiente, los guarnecidos de cuero en volante y freno de mano y los asientos deportivos.
Desde el punto de vista técnico, la batería de 32'3 kwh (SEAT garantiza durante ocho años o 160.000 km que conservará el 70% de su capacidad) le otorga 260 km de autonomía homologados y admite una recarga rápida del 80% en una hora. Sus 61 kw (83 CV) de potencia son suficientes para hacer el 0 a 50 km/h en 3,9 sg y, en modo normal, alcanza los 135 km/h de punta (más que suficiente para defenderse en autopistas). Como primer coche del hogar quizás se quede justo, pero los 251 litros del maletero (ampliables a 923 con los asientos abatidos) son más que suficientes para el día a día. Es práctico, cómodo y versátil (y tiene etiqueta cero). Además, como es habitual en este tipo de coches, se puede conectar a una app para controlar ciertas funciones de modo remoto, como la climatización.