SUEÑOS CUMPLIDOS
"Cuidado con lo que sueñas". Ésa es la frase que Pablo Alborán (Málaga, 1989) escribió en sus redes sociales para rubricar una doble imagen: en la primera, de 2014, se le ve como un turista más en Times Square. En la segunda, de 2019, se puede ver su nombre en un gigantesco anuncio colocado en una de las plazas más famosas del mundo. "Han sido unos años llenos de trabajo y mucha recompensa. Me siento privilegiado ante tanto cariño. Cuando vi mi nombre en Times Square fue muy emotivo. No me acordaba de ese momento y fue parecido a lo que sucede en las películas".
Desde su primer álbum, titulado Pablo Alborán y publicado en 2011, el andaluz no ha parado de batir récords. Ha sido número uno en ventas durante más de 60 semanas en España. Sus cuatro discos de estudio publicados se han colocado en lo más alto de las listas, ha llenado Las Ventas durante tres noches consecutivas, giras interminables… hasta que en 2015 algo hizo crack y Pablo Alborán tuvo que parar y buscar ayuda psicológica. "Creo que el éxito es algo relativo para cada uno. En mi cabeza no existe el éxito como tal si no lo puedes compartir o si no hay alguien que se alegre y lo sienta como algo suyo. A veces es sano echar la vista atrás y darse cuenta de que el camino no siempre ha sido fácil, porque siempre existirán curvas y hay que estar preparado para todo".
¿Cuáles son las principales turbulencias cuando se llega al éxito? Parece que para el artista malagueño son la fama y la amenaza sobre su intimidad, un aspecto que protege con celo. "Manejo la fama como puedo. Siempre entendí que todo venía en el mismo pack. Sí es cierto que protejo mucho mi entorno. Creo que es importante cuidar ciertas parcelas que jamás estarán en venta. Pero, por otro lado, no he dejado de hacer mi vida: voy al cine, salgo de fiesta, voy a la compra y hago deporte en El Retiro como uno más. No sé si es fácil o difícil acostumbrarse, lo único que sé es que siempre ha pesado más mi trabajo, la música, que los focos y las alfombras rojas".
Una de las alfombras rojas que ha pisado últimamente es la de los Premios GQ Hombres del Año. Allí recibió el premio GQ Samsung al mejor artista nacional en reconocimiento a una trayectoria que lo avala como uno de los grandes de nuestro tiempo. Con la marca de tecnología colabora desde hace años: "Samsung se ha convertido en un gran aliado y un compañero de viaje inigualable. Eso de poder separarte del móvil porque vas con el reloj, o que la batería te dure días es brutal. Lo que más me asombra es la calidad del sonido, me puedo pasar horas escuchando música y no he encontrado mejores auriculares que los suyos".