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"He idealizado a mi padre durante toda mi vida, al menos toda mi infancia. Cuando me di cuenta de que no era perfecto, fue un momento maravilloso, porque descubrí que podíamos ser amigos. Cuando se hizo mayor y más frágil, llegó mi turno de cuidarlo como él hizo conmigo cuando era niño, y eso también fue muy especial.
El mensaje es claro cuando le canto: yo no soy tu hijo, tú no eres mi padre, sólo somos dos adultos despidiéndose. No hay nada que perdonar, no hay nada que olvidar. Conozco tus errores y tú conoces los míos". Los tipos que anualmente forman parte de nuestros Premios GQ no lo hacen sólo por su brillante contribución en aquello a lo que se dedican, sino por lo que nos enseñan sobre nosotros mismos. Sobre el hombre que queremos ser. James Blunt es el artista internacional más sensible e inteligente que podríamos encontrar, y lo demuestra en esas palabras dedicadas a su padre enfermo.
El cantautor británico, que saltó en la fama en 2004 con la inolvidable You're Beautiful (y que vive en Ibiza), comienza 2020 con un recién estrenado sexto álbum de estudio, Once Upon a Mind (Warner), y una gira internacional por delante. En su paso por Madrid nos dejó sabias lecciones. "Quería expresar todo lo que me está pasando. Por un lado, mi padre no está bien, y por otro, yo ya tengo mi familia. Es el ciclo de la vida. Me percaté de que no estaba pasando mucho tiempo con mi padre, pero tampoco con mis hijos, porque los conciertos me llevan lejos durante largos períodos de tiempo, y eso tiene consecuencias. Ésa fue la inspiración", nos contó antes de la gala de entrega de los galardones.
Hablar de You're Beautiful sigue siendo imprescindible. "Es raro cuando me preguntan si me molesta que me recuerden por esa canción. Porque gracias a ella me conocen. Fue mi carta de presentación, la fundación, la primera piedra, y me ha permitido tocar en todo el mundo. No me importan las etiquetas que la gente le ponga a mi música, sólo lo que les haga sentir", responde. Precisamente es la música la que elimina todas las etiquetas. "El mayor aprendizaje lo obtuve en el ejército. Da igual de dónde seas o cuál sea tu historia. Todos sentimos de la misma forma. Por eso me siento tan cómodo haciendo lo que hago. Cuando estás en un concierto hombro con hombro con otra persona, no importa lo que digan los políticos para dividirnos. Eso es mágico".