GUÍA SAN VALENTÍN
Cómo regalar una fragancia y acertar.
No te vamos a engañar. Regalar una fragancia es fácil, pero acertar con ella es algo mucho más complejo. No sólo supone bucear en el maremágnum habitual de MARCAS Y REFERENCIAS sino que, para enredarlo todo aún más, nos exige ponernos en el lugar de otra persona y ejercitar una suerte de EMPATÍA OLFATIVA. La tarea, en su conjunto, puede parecer titánica, pero si prestas atención a estas ideas, pasito a pasito, terminarás viendo la luz al final del túnel. COMPLETA SU GUARDARROPA
No te obceques con la idea de comprarle una signature fragrance, esto es, el perfume con el que alguien se identi ica y que suele llevar a diario. Piensa en el tiempo que te costó encontrar la tuya, en los años de prueba y error, de amores fugaces y decepciones, de in idelidades y productos enviados al ostracismo de la última balda de la estantería del baño (por cierto, ¿qué haces guardando las fragancias en el cuarto de baño? En serio: no guardes las fragancias en el cuarto de baño). En realidad, ni le vas a descubrir su nueva esencia fetiche ni ése debería ser tu propósito. Prueba, por el contrario, a enriquecer su fondo de armario con un bonito traje (un delicado loral); o regálale unos vaqueros azules, que combinan con casi todo (un jugo cítrico y amaderado); o una bonita chaqueta de esmoquin (un oriental ricamente especiado). Mejor que dar con el out it de initivo, completa su guardarropa.
NO TE DEJES GUIAR POR LAS TENDENCIAS… O SÍ
Del mismo modo, aunque atesoramos determinadas prendas con las que nos sentimos cómodos y de inen nuestro estilo de vestir, también nos apetece hacernos con las piezas clave de la temporada para ir a la moda. Porque tan importante es tener un estilo propio como sentirse aceptado. Todos los perfume lovers acaban cayendo en alguna moda. Porque es difícil escapar a ellas y porque, al in y al cabo, a todo el mundo le gusta encajar. Por otro lado, las tendencias, con su locura pasajera, son (también) un interesante desafío.
DESCUBRE SU MÉTODO DE DESCODIFICACIÓN
Los olores son conceptos tan inasibles que ni siquiera tenemos (casi) palabras para hablar de ellos. Por eso, cada individuo se suele fabricar su propio código personal. ¿Te has dado cuenta de que el nuestro ha sido la moda hasta este momento? Hay personas que entienden las esencias como tejidos, de modo que pueden sentir una fragancia como sedosa o aterciopelada. A otras, les producen frío o calor (que si frescas o cálidas). Las sinestesias son frecuentes: ¿es este jugo purito rock 'n' roll o te resulta demasiado dulce? Conocer su código personal es una puerta de entrada al universo de sus gustos más íntimos.
CONSTRUYE DESDE LOS CIMIENTOS
Piensa en un olor que le guste de verdad. Puede ser la esencia perfumada de salitre del océano, el coco de su champú o el bosque de su infancia. Construye alrededor de esa nota principal la fragancia que vas a regalar. Ayúdate del dependiente de la tienda. Si sabe de lo que habla, podrá aconsejarte referencias cuya nota dominante sea la que necesitas. También puedes empezar el trabajo en casa. Páginas web como Fragrantica o Basenotes te ofrecen completas bases de datos con las que iltrar.
DESCARTA LAS NOTAS DE AQUELLOS OLORES QUE ODIE
Si detesta el tabaco, no es buena idea regalarle un perfume con acordes de humo de habano, por poner un ejemplo. Porque uno puede aprender a convivir con algo que no le guste del todo, pero nunca con algo que odie.
PIENSA EN SU EDAD
Numerosos estudios sugieren que las mujeres (y los hombres) cambian de gustos y conceptos olfativos con los años. A las adolescentes les fascinan los olores dulces, como una reminiscencia infantil. En la década de los 20, por el contrario, empiezan a utilizar fragancias más so isticadas con el propósito de atraer. A los 30, ya se sienten realizadas en sus carreras y relaciones, y buscan un perfume que lo re leje, que hable por ellas y lo que son; y a partir de los 40, dejan de utilizar el perfume para agradar o lanzar mensajes y se decantan por los olores que realmente les gustan. También hay que tener en cuenta que, a medida que envejecemos, nuestro sistema olfativo se debilita, por lo que tendemos a esencias poderosas antes que a fórmulas sutiles.
GÁSTATE LA PASTA
Un estudio reciente en Reino Unido asegura que los perfumes baratos son el segundo regalo de Navidad más odiado, sólo por detrás de los calcetines feos. Por lo general, a medida que sube la escala de precio, también lo hace la calidad de los ingredientes y la fórmula. Por eso, aunque hay notables excepciones, la colonia barata suele oler… a colonia barata.