los menos iconos
AYER CONTÉ LOS ICONOS que no han sido. 255 más o menos. Sólo en el último año. Quiero decir, ¿cuánta gente ha salido en las portadas de las revistas y luego hemos olvidado? Por ahí abajo está el río –porque ahí abajo SIEMPRE está el río– y nada puede salvarnos de su corriente.
A pesar de todo ello, la vida sigue haciendo intentos. Haciendo intentos por renovarse, haciendo intentos porque una nueva generación coja el relevo de la anterior. Qué anterior, puede que incluso de cinco anteriores, todas fracasadas. Llevamos años buscando el nuevo James Dean; de hecho han existido un millón de nuevos James Dean. Y sin embargo seguimos sin tener a ese James Dean renovado. Seguimos teniendo el original, el icono. Esto es: no hay un nuevo icono. No le dejamos existir. Cuánto más mayor me hago, más discos de Marvin Gaye tengo en casa.
¿Cuántas gafas tipo Steve McQueen se siguen fabricando? ¿Cuántos recopilatorios de Queen hay en el mercado cada año? ¿De verdad necesitamos otra vez aquella foto de Marlon Brando? Probablemente no dejamos que la vida se renueve. Ese río sigue ahí y no queremos hacer nada. Mientras tanto, ojo, nos hacemos mayores y nuestros jóvenes no tienen tantos miramientos como nosotros. ¿Quién demonios es ese tal Brando?, se preguntan.
No recuerdo dónde lo leí, pero lo leí. Alguien escribió en 2003, cuando Beyoncé lanzó esa bomba llamada Crazy in Love, que esa canción estaba destinada a convertirse en un clásico del futuro. Que del mismo modo que ahora escuchamos en las emisoras de música de siempre canciones de los 80 o de los 90, dentro de unos años escucharíamos a Beyoncé como una especie de clásico moderno. Más de 15 años después, estamos cerca de que sea cierto: en aquel momento parecía absurdo sustituir a, no sé, Madonna, por Beyoncé. Hoy es un hecho.
¡Dejemos que entren iconos nuevos a nuestra vida! Abramos la puerta a la nueva generación porque, si no, la realidad nos la acabará cerrando en las narices. Por eso hemos pensado este mes en reunir a una especie de relevo generacional, un equipo de gente joven que en sus diferentes disciplinas aparece como la renovación del icono, nombres que ahora se escuchan y funcionan, nombres que, si les dejamos, están destinados a convertirse en nuestro futuro. Maluma en la música, una absoluta estrella del pop global que ha dejado atrás el remilgo inicial del público por el reguetón para convertirse en algo absolutamente mainstream e inabarcable. Sólo tienen que mirar sus cifras de locura. Nos visitará en España en marzo y nosotros lo avanzamos con una entrevista exclusiva. Héctor Bellerín en el fútbol, o cómo un futbolista puede romper ese cliché habitual de 'todos los futbolistas visten mal' o 'ningún futbolista tiene gusto' para convertirse en un auténtico referente de la moda de verdad, de las grandes marcas de ropa que cultivan los insiders. Ha des ilado para Vuitton, sin ir más lejos. O Jacob Elordi, estrella de Euphoria, la serie de la Generación Z. Una nueva forma de entender la vida, la estética, las relaciones y el consumo audiovisual.
Matthew Williams, diseñador de la in luyente marca Alyx; Soleá Morente, estrella del nuevo lamenco que no es lamenco (justo uno de los géneros que menos permite el paso de los nuevos); Kanye West y su marca Yeezy (¿hace falta decir que es un icono real de nuestro tiempo?); o Michael B. Jordan, nueva estrella del cine de acción, se suman a esta lista.
Es muy sencillo: no perdamos la oportunidad de poder decir algún día, dentro de unos años, "yo estaba presente". Me gustó más o menos lo que ocurrió… pero la ola no me pasó por encima. CANCIÓN DE FEBRERO Famous KANYE WEST 2016 "Pero seguimos siendo famosos. Sí, todavía somos famosos. Sólo quería que lo supieras"