DISCULPEN LAS MOLESTIAS
OTRAS VÍAS ALTERNATIVAS
Para gustos hay colores. Y para luchar contra el cambio climático también. Frente a la asesoría medioambiental y la conciliación profesada por emprendedores como Donofrio, existen vías igualmente documentadas que, si bien comparten objetivos con él, di ieren notablemente en sus métodos. La más llamativa (y polémica) es Extinction Rebellion, iniciativa ciudadana basada en la resistencia no violenta y la desobediencia civil surgida en Londres en octubre de 2018 y apoyada expresamente por una centena de académicos, que entiende que no puede hacerse una tortilla sin romper los huevos. Tachada de "organización terrorista" por medios como la BBC, entre sus acciones para la concienciación iguran colapsar áreas de aterrizaje en aeropuertos (las emisiones de CO2 por pasajero de un viaje en avión es 20 veces superior a las generadas si el mismo trayecto se realiza en coche), lanzar sangre falsa sobre la fachada del ministerio de Hacienda con la proclama "Dejad de inanciar la muerte del clima"; o bloquear las calles principales de Londres: en abril de 2019, tras pedir disculpas a los londinenses, más de mil activistas fueron detenidos bajo cargos de vandalismo, pese a lo cual la organización recaudó más de 200.000 libras esterlinas en donativos y ganó 30.000 nuevos adeptos a su causa. Hoy, Extinction Rebellion cuenta con brazos en 80 ciudades y 33 países de todo el mundo. En septiembre de 2019, Roger Hallam, cofundador de la organización, explicó a Stephen Sackur, su hostil entrevistador en el programa Hard Talk de la BBC, su ideario: "Si no le ponemos remedio, la deforestación y la sequía nos llevarán a una hambruna masiva de aquí a quince años. La especie humana está en peligro de extinción. Cuando vas al médico y te dice que si no dejas de fumar morirás, no le llamas terrorista". Sírvase usted mismo.