THE EDDIE AIKAU 2019 2020
En la costa norte de Oahu, la isla más poblada de Hawái, se encuentra una zona con una asociación tan mística que ya es conocida mundialmente por su sobrenombre: "el milagro de las siete millas". Son 11 kilómetros de playa, acantilados y rompientes que albergan los 36 "puntos calientes" más importantes de la historia del surf, aquéllos en los que las grandes iguras como Kelly Slater se han granjeado su fama. Uno de ellos, Waimea Bay, pertenecerá siempre a un surfero, Eddie Aikau, que forjó su leyenda con una actividad paralela: fue el primer socorrista que tuvo la zona. Desde que ocupó el puesto a inales de los 60, nadie pereció ahogado en el área y se cuenta que salvó a más de 500 personas, la mayoría amantes del deporte de la tabla. Nadie tenía la valentía ni la habilidad para enfrentarse día tras día a olas que podían llegar a superar los nueve metros. Nadie excepto Eddie: de ahí que se popularizaran las camisetas y las pegatinas con el lema "Eddie Would Go", porque Eddie iba siempre allí donde el deber le llamaba, sin importarle las condiciones del mar; un mar en el que su cuerpo desapareció durante una travesía en canoa entre Hawái y Tahití en 1978. Su nombre y su historia siguen sin embargo más vivos que nunca gracias a The Eddie Aikau Big Wave Invitational –más conocido como "The Eddie"–, el certamen anual más importante para los big wave surfers, aquéllos que se especializan en desa iar olas que superan al menos 20 pies (6,2 metros). En la última edición, que tuvo lugar entre principios de diciembre y inales de febrero, se congregaron en Waimea Bay más de medio centenar de surferos de élite –no faltó el propio Slater, quien cumple ya 40 años subido a una tabla; ni nuevas iguras masculinas y femeninas como John John Florence o Emi Erickson–, además de miles de a icionados, para un evento que es seguido vía streaming en más de 200 países por más de un millón de personas. Es una cita que celebra tanto la cultura del surf como la cultura hawaiana y cuyo espíritu –gracias al objetivo y a la particular mirada de la fotógrafa alemana Anne Menke– queda plasmado a la perfección en estas páginas. Pasen, vean y disfruten.