Historia de un luchador
El camino que separa un tatami de judo en Zaragoza y los gimnasios de las mansiones de Chris Hemsworth o Drake es largo y sinuoso. De ello da fe JORGE BLANCO, más conocido entre sus clientes de alto perfil como ‘Spaniard’, uno de los ENTRENADORES PERSONALES más codiciados del mundo. Su historia es un ejemplo de cómo la constancia y el sacrificio son las arduas autopistas hacia el éxito.
Jorge Blanco (Zaragoza, 1982) es uno de los entrenadores personales más prestigiosos del mundo. Desde su centro de operaciones en Toronto ha desarrollado un método, Spaniard, con el que se preparan poderosos hombres de negocios, deportistas de élite (entre los que se incluyen la leyenda de la UFC George St-pierre y los mejores jugadores de la liga nacional de hockey) y estrellas del cine y la música, como Chris Hemsworth, Elsa Pataki, Drake, Robert Pattinson, Meghan Markle y Chris Evans, entre otros. ¿Pero cómo ha llegado este maño a codearse con las élites? Remontémonos a los inicios.
Niño inquieto, los padres de Jorge Blanco decidieron apuntarlo a clases de judo, a ver si el muchacho liberaba energía, y en las artes marciales encontró aquello que no conseguía inculcarle el sistema escolar convencional: disciplina, concentración, competitividad y respeto.
Sobre estos cuatro pilares se ha sustentado la trayectoria personal y profesional de este deportista y empresario, que durante años se debatió entre perseguir lo que le indicaba su corazón o rendirse a lo que dictaba la razón. "Viéndolo en perspectiva, lo único de lo que me arrepiento es de haber tardado tanto en decidir qué quería hacer con mi vida y apostar por mi verdadera pasión", reconoce.
Y es que a aquel niño inquieto se le dio bien el judo, y de ahí dio el salto al kickboxing y al boxeo. De la primera disciplina llegó a ser Campeón de España, y de la segunda, miembro del equipo olímpico nacional. Sin embargo, no participó en los juegos porque comenzó un periplo motivado por los estudios y el deporte a partes iguales: Praga, Ciudad de México y, finalmente, Toronto, donde acabó por asentarse.
"A medida que me hacía mayor y tenía más control sobre mis horarios y actividades, me empecé a dar cuenta de qué era lo que realmente me motivaba y lo usaba para otras facetas de mi vida. Y aunque prefería hacer deporte a ir a la universidad, entendía que eran dos cosas que iban unidas. Así que usé la disciplina que desarrollé en las artes marciales para sacarme la carrera. Mi vida de entonces era agotadora: ir a clase, entrenar, estudiar, volver a entrenar… y luego, pelear. Había semanas que iba a la universidad con unos dolores de cabeza alucinantes", confiesa.
Jorge llegó a la ciudad canadiense a estudiar inglés y se enamoró del lugar. Consiguió una beca para trabajar en el consulado español y enseguida empezó a impartir clases en un gimnasio. Allí comenzaron a llamarlo el apodo que le acompaña hasta hoy y que da nombre a su método de entrenamiento.
Sin embargo, las cosas se iban a poner difíciles con su visado, y el chico que se debatía entre una vida con los guantes puestos y otra de traje y corbata, empezó a pasar penurias para sobrevivir en la ciudad de sus sueños: apenas tenía dinero para comer, hacía unas jornadas maratonianas y su propósito de vivir del deporte parecía que no acababa de despegar. "Sentía entre miedo y vergüenza de ver que lo que realmente me gustaba era eso", confesaba en una entrevista hace unos años.
EL MÉTODO SPANIARD DE JORGE BLANCO
"Por el camino he tenido muchos disgustos y triunfos, pero no cambiaría nada de eso, porque son los que me han llevado a donde estoy", nos cuenta Jorge Blanco. El triunfo, en aquel momento tan difícil, fue un jugador de la NHL al que empezó a entrenar.
"Con los deportistas de élite trabajas de otra manera. Ellos ya saben qué hacer a nivel físico, así que te centras en el aspecto mental", explica. Además de técnicas de respiración y autocontrol, el español diseña rutinas de que ayudan a estos profesionales a mejorar en su campo con ejercicios distintos a los que hacen habitualmente.
"Ten en cuenta que el entrenamiento de un deportista es bastante monótono y se suele basar en ejercicios de acondicionamiento y rehabilitación. Mi método se basa en las artes marciales, que contribuyen a mejorar la confianza en uno mismo, y eso repercute en la manera en la que juegan", continúa.
Sus técnicas funcionaron, y entre los mejores jugadores de la liga comenzó a correrse la voz de que había un capaz de mejorar el rendimiento en la pista. Hasta se interesó por su sistema de entrenamiento. "Sí, les enseño cómo dar bien un puñetazo. Pero hay mucho más detrás de eso", explicaba Jorge a la publicación especializada.
Y es que las rutinas de Spaniard no consisten únicamente en golpear sacos. Un entrenamiento suyo empieza con movimientos de calentamiento y activación muscular. Luego, a lo mejor, introduce una dinámica por equipos en la que los alumnos practican juegos que mejoran la coordinación, como el balonmano, y lo completa con juegos de pies a toda velocidad. Y sólo entonces comienzan los puñetazos y las patadas.
Uno de sus clientes, el jugador de los New York Islanders Matt Martin, reconocía en que este entrenamiento le permitía moverse, usar las manos, aprender a respirar y mejorar su equilibrio."es único. Es divertido. Y es diferente, por eso me gusta", asegura.
Tal y como explica Jorge, "hay varios factores que influyen en la toma de decisión de un cliente de alto perfil a la hora de elegir un método. El primero, que vea que sabes lo que haces y que el entrenamiento que has diseñado se adapte a sus necesidades. Y el segundo, que es un aspecto más refinado, es ser consciente en todo momento de cuál es tu lugar en esa relación para poder estimular los nervios o los gatillos adecuados".
Hoy, Spaniard cuenta con un equipo de profesionales y, tal y como detalla su fundador, funciona a varias velocidades. Por un lado, están los entrenamientos personales para clientes como hombres de negocios, famosos y deportistas de élite. Por otro, ofrece servicios para empresas y corporaciones, que van desde charlas hasta eventos de y vida sana. "En ese caso nos centramos más en cuestiones como la respiración, manejo del estrés y dinámicas para ser más productivo", concluye.
Aunque suene extraño, las técnicas que Jorge Blanco ha desarrollado para el deporte funcionan en la realidad empresarial. "Con estos clientes aplico el mismo enfoque que con un deportista profesional, que es desarrollar la consciencia de uno mismo y el autocontrol. Son cosas que puedes ver en un partido de Rafa Nadal: a veces son larguísimos, y la victoria no pasa por su calidad de juego o su preparación física, sino por su fuerza mental", aclara.
LA VALIOSA AGENDA
DE JORGE BLANCO
Además de su reputación en el ámbito deportivo, Jorge Blanco posee una faceta la de entrenador de famosos, que lleva con humildad y discreción.
Su política, "por educación", es no revelar la identidad de sus clientes salvo que ellos quieran compartir en las redes sociales vídeos o imágenes de sus entrenamientos. "No busco la popularidad, ni la quiero", declaraba a principios de año en la revista Vanity Fair.
Sin embargo, es inevitable sentir curiosidad sobre cómo gestiona situaciones como que Drake le flete un avión para que vaya a entrenarle o acabar un día golpeando sacos junto a Robert Pattinson. "Con el tiempo te acostumbras. Al principio sí que me ponía más nervioso y le daba más vueltas a la cabeza, pero luego te das cuenta de que son personas normales y acabas por convertirlo en una rutina", explica. Sobrio. Escueto.
Su amistad más sonada es, sin duda, la que mantiene con la pareja Hemsworth-pataki. Se conocieron a través del hermano mayor de él, Luke, y Blanco visita habitualmente su residencia en Australia, además de ser socio y entrenador de Centr, la aplicación de fitness que ha desarrollado el actor.
El español define a Chris Hemsworth como un atleta muy habilidoso que podría desempeñar con destreza cualquier deporte, y nos cuenta que, cuando están juntos, practican sobre todo boxeo y kickboxing, ya que el intérprete es muy aficionado a las disciplinas de contacto.
Ya que no le gusta revelar demasiado de la vida de sus clientes, le pedimos a Jorge que nos cuente, al menos, cuál es el secreto para tener un cuerpo como el de Thor, si existe una fórmula mágica que nos permita conseguir unos músculos de semidios asgardiano. "Gracias a toda la información de la que disponemos hoy es posible conseguir transformaciones físicas impresionantes. Lo más difícil es mantener luego ese cuerpo, y para ello sólo hay una manera: constancia y disciplina", asegura. En resumen, que dieta, entrenamiento y genética. Pero si hay alguien que ha demostrado eso de que si quieres puedes, es Jorge Blanco. No esperes otra promesa de su parte.