47.000 DÓLARES ESTADOUNIDENSES
(unos 40.000 euros) es el precio de venta que alcanzó en 2018 una cazadora bómber de camuflaje de la colección otoño/ invierno 2001 de Raf Simons. Desde luego, una cifra nada desdeñable incluso si tenemos en cuenta que se trata de la colección más famosa del diseñador. En los años anteriores a la venta, una chaqueta idéntica circuló entre algunas figuras influyentes, como el coleccionista de prendas históricas David Casavant, quien se la prestó a Kanye West, quien a su vez se la prestó a su esposa, Kim Kardashian, que la lució en alguna ocasión. De todas maneras, cabe destacar que esa bómber tampoco era para tanto. En realidad, tenía el típico diseño estándar que se puede encontrar en cualquier tienda de excedentes de los ejércitos europeos. Lo singular de esa bómber era que Raf Simons la había modificado para que pareciera gastada y con remiendos punk.
En el último lustro, este tipo de prendas históricas ha alcanzado un estatus muy peculiar, más allá de los márgenes del culto y el cultural. "Son grandes éxitos", explica Arun Gupta, director ejecutivo y cofundador de Grailed, la plataforma de compraventa de moda masculina donde se vendió la bómber por 47.000 dólares. A menudo las prendas que se ofrecen en esta web acaban vistiéndolas auténticos influencers como Travis Scott o Lil Uzi Vert. Lo que, a su vez, acaba repercutiendo en el valor creciente de las colecciones a las que pertenecen esos diseños.
Cuando los coleccionistas se refieren a estas joyas de la moda, no sólo las identifican por el diseñador, sino también por el año y la temporada en las que se lanzaron. De esta manera, los susodichos saben si su parka de Helmut Lang es de la época en la que el propio Helmut todavía diseñaba para su marca, o si su chaqueta de Yohji Yamamoto forma parte de una de sus colecciones más importantes. Gracias a Grailed, así como a otras plataformas como ebay, 1stdibs, Etsy y una nueva generación de distribuidores en Instagram especializados en moda, el acceso y el valor de los archivos es mayor que nunca. "Los hombres están empezando a sentirse cómodos con la idea de vestir con un cierto propósito", dice Gupta. "Hay que preguntarse lo siguiente: ¿Compras ropa para tenerla o compras ropa para usarla?".
Las prendas que encontrarás en estas páginas constituyen el sanctasanctórum del coleccionismo de moda masculina. Todas ellas han sido examinadas con mimo y son perfectamente actuales: se pueden vestir sin problema y podrías llevarlas incluso a una discoteca. De hecho, el impacto de estos diseños va más allá del mundo de los distribuidores y los coleccionistas. Muchos diseñadores jóvenes están fuertemente influidos por lo que Hedi Slimane, Raf Simons, Martin Margiela y Helmut Lang hicieron hace diez o veinte años. Es por eso que estas antiguallas podrían combinarse tan bien con diseños actuales. Todas son parte del mismo linaje.