Cambiar de trabajo en la sociedad post-covid
Las perspectivas del MERCADO LABORAL parecen terroríficas, pero aceptar el reto que representan y transformarse en un trabajador con FUTURO pasa por fomentar las habilidades blandas que todos poseemos.
Si algo tienen claro los integrantes de la Generación Z, que ahora dan sus primeros pasos en el mercado laboral, es que en cuestión de empleo nada es para siempre. Hoy, el rasgo dominante del mercado es su volatilidad, no sólo en términos de permanencia en él, sino en las propias características y necesidades del puesto de trabajo a lo largo del tiempo como reflejo de nuestra sociedad.
"Vivimos en una realidad líquida en la que no queda nada sólido ni constante", definía el sociólogo Zygmunt Bauman. "Y si de algo nos hemos dado cuenta con la crisis del covid-19 ha sido precisamente de eso, de que no podemos dar nada por inmutable", explica Elisenda Porras, formadora en habilidades directivas y personales, y socia fundadora de Enprogress. Las estadísticas arrojan que una persona hará, de promedio, un cambio de carrera entre 5 y 7 veces durante su vida laboral. El Informe Randstad 2020 sobre destaca el déficit y la depreciación de las habilidades profesionales, generados por la rápida transformación de la tecnología y la sociedad. La adaptación continua parece ser la única opción para no descabalgar del mercado laboral.
Las transformaciones que ha potenciado la pandemia obligarán a muchos a replantearse su carrera profesional y a abordar incluso un cambio de sector. El proceso para afrontar este paso empieza por un análisis desapasionado de nuestra realidad, en la que es necesario identificar nuestros puntos fuertes. "No sólo es cuestión de saber en qué somos buenos, sino ponerlo en valor", señala Porras. "Cuando eres bueno en algo te va a costar poco esfuerzo pasar a ser excelente, mientras que si te centras en tus puntos débiles deberás invertir más tiempo y recursos en llegar a esa excelencia, aunque
eso no significa que no nos esforcemos en mejorarlos. Cuando cambias de sector tienes que tener una visión a largo plazo, porque en el corto plazo lo que ves son las piedras en el camino".
No sólo se trata de encontrar qué puedes hacer mejor que los demás, sino qué quieres en realidad. "Cuando buscamos redirigir nuestra carrera profesional, lo adecuado sería hacernos las siguientes preguntas relacionadas con el propósito de nuestra vida", explica Mónica Seara, fundadora y CEO de Humanas Salud Organizacional. "¿En qué eres bueno? ¿Qué es lo que amas? ¿Con qué trabajos fluyes? ¿Te pagarán por hacer lo que te apasiona? ¿Es algo que necesite este mundo? Respondiendo a estas preguntas tendrás una combinación entre profesión, pasión, vocación y misión, es decir, un propósito, y de ahí surgirá toda la fuerza para llevarlo a cabo".
‘SOFT SKILLS’
En la realidad líquida, los conocimientos quedan obsoletos con facilidad, por lo que los procesos de selección tienen cada vez más en cuenta las habilidades blandas de los individuos, es decir, los rasgos, características y competencias personales que definen cómo se relacionan con los demás y su entorno. "Las características más deseables en un candidato suelen ser competencias trasversales que se adaptan a cualquier trabajo", puntualiza David López, psicólogo y experto en RRHH. "Si se miran las ofertas de empleo siempre hay una serie de competencias que se repiten: trabajo en equipo, iniciativa, proactividad, organización, compromiso…; y ya dependiendo de a dónde nos queramos dirigir se valorarán otras competencias más aplicadas".