DE AQUELLOS POLVOS ESTOS LODOS
dividual de su “Gobierno bonito” con el descubrimiento de fraudes de todo tipo por parte de la mitad de sus ministros. Ante ese desconcierto, muchos ex votantes han huido a Ciudadanos o a la abstención. En cuanto a Vox, su irrupción es el fruto previsible y directo del cuestionamiento de la pax constitucional por parte del trinomio independentistas-Podemos-Sánchez. Vox ha sabido oler la preocupación que cunde en una parte de la población ante el cuestionamiento de la unidad de España, la resurrección del lenguaje guerracivilista, las diferencias de trato legal por razón de género, o el errático discurso marypoppins sobre la inmigración –sin poner medios reales para su integración en la sociedad ni dejar de aplicar por lo demás la legislación de extranjería–. Apoya, además, la recentralización de las competencias en educación o sanidad como garantía de una unidad de derechos de todos los españoles, o el derecho a la educación en castellano en cualquier lugar de España. Son temas reales que no ha “inventado” Vox y que deberían ser objeto de debate social riguroso. Vox no era nada antes de junio y tiene doce parlamentarios en Andalucía tras la moción de censura que aupó a Sánchez, cuyo efecto movilizador a los críticos ha sido evidente y se reproducirá en futuras elecciones. Ya tenemos un semicírculo con cinco cuñas (la ultraizquierda, la izquierda, el centro, la derecha y la ultraderecha, para el que guste de estas nomenclaturas, que facilitan el lenguaje y dificultan el entendimiento). Todas defienden la pertenencia a Europa, el derecho de propiedad, la libertad de empresa, el derecho a la sanidad y a la educación… con sus respectivos matices, que no pasan de ahí, en especial, en los tres partidos centrales; partidos que, por lo demás, pueden jugar con el voto o la abstención para evitar, si así lo quieren, depender de los extremos. Continuar con el lenguaje y la política bandista de las identidades y de la negación del otro genera en la sociedad desgarro, extrañamiento y descreimiento en la posibilidad de un proyecto de progreso común para todos los ciudadanos. Confío en que, con el tiempo, esa mayoría de electores que creen en la libertad, la igualdad real de oportunidades y la responsabilidad individual pondrán a cada uno en su sitio.
Vox no era nada antes de junio y tiene doce parlamentarios en Andalucía tras la moción de censura que aupó a la Presidencia del Gobierno a Pedro Sánchez