Un tribunal sentencia que insultar a guardias civiles no es un delito de odio
● La Audiencia de Barcelona considera “críticas políticas” ofensas como “policías, hijos de puta” a miembros de Jusapol
La Audiencia de Barcelona no ve delito de odio ni de injurias en insultos como “fuera, fuerzas de ocupación” y “policías, hijos de puta” proferidos a un grupo de guardias civiles en Barcelona, al considerar que forman parte de la “crítica política” en el contexto del proceso independentista.
En un auto, al que ha tenido acceso Efe, la sección sexta de la Audiencia de Barcelona resalta que este tipo de expresiones no tienen “la menor potencialidad ni virtualidad” para afectar “a una institución tan asentada y prestigiosa co- mo la Guardia Civil”, por lo que las enmarca en una “crítica política” sobre un asunto “que puede indudablemente ser calificado de interés general”.
El titular del Juzgado de Instrucción número 22 de Barcelona abrió una investigación, en consonancia con el criterio de la Fiscalía, por un delito contra la integridad moral, uno de injurias graves a la Guardia Civil, dos de lesiones y uno de tenencia de armas contra un grupo de personas que agredieron e insultaron a seis agentes de la Guardia Civil que el pasado 29 de septiembre iban a participar en una manifestación de Jusapol en Barcelona para pedir la equiparación salarial.
Dos de los agentes, representados en la causa por los abogados Javier Aranda y Sandra Melgar, llevaban una camiseta de color negro con el escudo del sindicato y la inscripción Equiparación salarial ya y una pequeña bandera de España en el brazo, mientras sus compañeros portaban una bandera de España, otra de Asturias y una de Extremadura.
Cuando se encontraban a la altura de Pla de Palau, un grupo de unas diez personas les increparon con expresiones como “Fuera, fuerzas de ocupación”, “Policías, hijos de puta” y “bandera de mierda”, mientras dos de ellos les arrebataban la bandera española y la pisotearon e intentaban quemar.
Además, uno de ellos, que llevaba un puño americano, dio dos patadas por la espalda a uno de los agentes que intentó recuperar la bandera española, mientras otro le propinó un puñetazo en la cabeza a uno de sus acompañantes.
Dos agentes de la Guardia Civil sufrieron lesiones y los Mossos d’Esquadra intervinieron un puño americano.
Según la Audiencia, para ser constitutiva de delito de odio la conducta investigada tendría que ir dirigida a “demonizar al colectivo frente a la opinión pública, construyendo la imagen del grupo y de sus miembros como seres inferiores carentes de dignidad”.
Un grupo agredió a seis agentes en septiembre durante una marcha constitucionalista