Investigan la aparición de un cadáver en un asentamiento de Huelva
El cuerpo de la víctima, una mujer de 28 años de Guinea Ecuatorial, presentaba varias heridas, según señalan las primeras pesquisas efectuadas por la Guardia Civil
La Guardia Civil ha localizado en un asentamiento chabolista ubicado en el municipio onubense de Moguer el cadáver de una mujer, cuya identidad no ha trascendido, que presentaba distintas heridas. La fallecida era una mujer de 28 años y natural de Guinea Ecuatorial que residía habitualmente en este poblado chabolista.
El hallazgo se produjo el pasado lunes, cuando varios agentes de la Guardia Civil se desplazaron hasta dicho asentamiento después de tener conocimiento, a través de la llamada de una persona, que llevaba varios días sin ver a una residente del poblado, según informó ayer la Guardia Civil.
Al llegar al lugar los agentes observaron a través de un agujero de la chabola donde supuesta
La autopsia dictaminará si el fallecimiento se produjo a causa de un acto violento
mente residía la joven desaparecida, lo que parecía ser un cuerpo de una mujer. Una vez en el interior comprobaron que el cuerpo sin vida presentaba diversas heridas, por lo que todo apunta a una muerte violenta, algo que deberá ser determinado por la autopsia.
El cuerpo de la mujer muerta fue trasladado hasta el instituto anatómico forense, donde se le practicará la preceptiva autopsia y se procederá a analizarlo para concretar las causas exactas que le causaron la muerte.
La Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Huelva está investigando los hechos. Las diligencias iniciales del caso han sido remitidas al Juzgado de Guardia, habiendo decretado el juez el secreto de las actuaciones, en el marco de las cuales, por el momento, no se ha decretado detención alguna.
En los asentimientos de chabolas diseminados por la costa de la provincia onubense han aparecido, de forma intermitente, varios cadáveres de inmigrantes, si bien las muertes de estas personas se han producido, en la mayoría de los casos, por causas naturales. Tan solamente en contadas ocasiones se han registrado de forma violenta.
Los asentamientos de la provincia de Huelva, cobijo de cientos de temporeros que trabajan en los cultivos de frutos rojos, estuvo no hace mucho en primera plana de los medios de comunicación nacionales a causa del informe de la ONU. El relator para la pobreza extrema y los derechos humanos, Philip Alston, fue objeto de la polémica cuando expresó su estupefacción por la situación de los recolectores en Huelva, pues viven “como animales”, “peor que en los campos de refugiados”.
Las reacciones no se hicieron esperar. Los políticos se apuntaron entre ellos, los ayuntamientos pidieron ayuda a las administraciones, mientras que los empresarios indicaron a un problema de toda la sociedad. La Diputación de Huelva, mientras, se mostró dispuesta a la ayuda aunque insistió que no es su competencia e instó a la Junta de Andalucía a actuar, que se ha comprometido a elaborar una estrategia.
Las ONG calculan que hay más de 3.500 personas malviviendo en los 28 asentamientos distribuidos en Lepe, en Palos de la Frontera, Moguer y Lucena del Puerto. Se trata de construcciones hechas con palés, plásticos y cartones, sin luz ni agua. El perfil de las personas que viven en estos asentamientos es variado. Desde los que no tienen documentación a quienes cuentan con permiso de residencia y trabajo.