‘Supervivientes’ pone fin a su más extraña edición
● Mediaset hizo un esfuerzo por sostener este ‘reality’ que fue “una ventana a la normalidad y al mar”
Cuando el 20 de febrero arrancaba el helicóptero de Supervivientes nadie hubiera imaginado en qué condiciones se iba a celebrar la final de esta noche. Mediaset ha tenido el ingenio (más que suerte) de mantener un reality al otro lado del océano mientras que Europa se encontraba en confinamiento. Ha tenido un programa vivo que ha seguido una audiencia fiel que ha llegado a congregar a más de 4 millones de espectadores en las galas. Y Telecinco ha afianzado su liderazgo de audiencias en meses de consumo máximo.
Han sido 105 días, más que nunca, con los concursantes traídos con tiempo a España para seguir las medidas de cuarentena y en un plató bajo mínimos, como exigen los protocolos de seguridad. Hoy se dirimirá quién es el ganador de esta anómala edición. Jorge Javier Vázquez presenta esta última gala con la vista ya puesta en lo siguiente: La casa fuerte (ya están confirmados Christofer y Fani, participante que se desinfló aquí).
De por medio hay un guardia civil, el cántabro Jorge, modelo ocasional, participante que tras sortear la nostalgia por su familia ha mantenido una fortaleza psicológica aunque una parte de la audiencia crea que debió dar más juego. Y el resto de finalistas son tres arquetípicos participantes y que dan y darán horas de disección en Sálvame y otras tertulias. Por un lado Ana María Aldón, esposa de Ortega Cano. La sanluqueña fue una habitual del exilio en la Desvalida. Llegó a confesar que toda su familia sufrió malos tratos del padre y mantuvo una relación elástica con su ‘nieta política’, con Rocío Flores, nieta de Rocío Jurado. La joven es la favorita del público y la que ha generado más titulares por sí misma en Cayo Cochinos (y eso que Yiya se bastaba sola para generar la bronca de cada hora). En discordia entre ambas, Hugo Sierra, el más activo en estos largos días de barro y hambre a los que añadió sus entretenimientos epidérmicos con Ivana Icardi. El estómago vacío, que obligaría a cualquiera a marginar cualquier otra preocupación, no fue un obstáculo para el repetido edredoning sobre la arena, para alegría del uruguayo, ganador de aquel GH Revolution. Parte de la audiencia no le perdona que después no fuera más sentimental con su amada expulsada, con la que vivió un reencuentro tenso reciente. Hugo evoca ahora a su ex Adara.
Superivivientes 2020 vivió la típica evacuación por el mal tiempo y que al final fue una anécdota al saber de las noticias que llegaban desde España. Alfredo Ereño, director general de Bulldog TV, la productora del espacio, resalta las medidas contra la pandemia que se llevaron a rajatabla en Honduras, lo que ha permitido a este formato ser “una de las pocas producciones de televisión en todo el mundo que ha logrado mantenerse activa y llegar hasta el final”.
El hotel donde se alojan el equipo y los expulsados se convirtió en una ‘burbuja’, con el aislamiento incluso de todos los trabajadores del recinto además de todos los operarios y técnicos del formato. La cadena cuidó el reality al ser “el apoyo para el entretenimiento de muchísimos españoles que lo estaban pasando mal”, añade Ereño. “Saber que hemos sido la única ventana con vistas a la vida normal, al sol y al mar ha propiciado que el equipo haya puesto empeño especial”, resalta el productor.
La producción de la cadena tenía siempre garantizado un vuelo de regreso para todo el equipo español en caso de necesidad, se detalla desde Bulldog TV, cuando existieron dudas sobre la continuidad de este trabajo a raíz de la inestabilidad que se vivía en Honduras. Todo eso, más lo ideado para acentuar los conflictos a pie de playa. La resolución, esta noche.
Los finalistas son Hugo Sierra, Rocío Flores,
Ana María Aldón y el guardia civil Jorge Pérez