Y el ‘Búfalo’ dio la nota
Junto a Iñaki Williams con su gran partido y a Marcelino García Toral, Asier Villalibre se convirtió en un inopinado protagonista en la final de Sevilla y después de la misma
El triunfo del Athletic Club en la final de la Supercopa tuvo varios protagonistas. Algunos como Iñaki Williams, autor del golazo que selló el título, o el nuevo técnico Marcelino García Toral, entraban el guión. Pero con el que pocos contaban como uno de l os grandes nombres propios, durante y después del partido, era con Asier Villalibre.
Con 2-1 a favor del Barcelona, el canterano entró al campo en el minuto 82 como la última carta para agarrar a un trofeo que se le escapaba entre los dedos al equipo rojiblanco. En el 90, cuando los azulgranas acariciaban la victoria, metió la bota a una falta botada por Iker Muniain para mandar el partido a la prórroga.
No sería la última vez que el foco de la final apuntaría al Búfalo de Gernika. En el 93 llegó el obús de Williams que decidió la Supercopa y poco antes del pitido final Villalibre recibía un manotazo de Leo Messi que le acarrearía al astro argentino su primera expulsión como jugador del Barça. Un momento histórico.
“Le meto el cuerpo para que no vaya adelante, se ha enfadado. Al final es normal, esa impotencia, ese minuto y perdiendo un jugador se puede frustrar. Te puede decir ‘l evántate que no ha sido nada’, pero es normal, cualquiera lo haría pero no pasa nada”, explicaría el canterano con naturalidad.
Un delantero con indudable carisma y una frondosa barba que le imprime una imagen poco habitual en el fútbol moderno y a quien, además, no le pesa el 20 que lleva sus espaldas como legado del legendario Aritz Aduriz.
Villalibre dejaba para el final una imagen que se convirtió en viral en las redes sociales y que sigue siéndolo incluso un día después. El Búfalo fue el director de orquesta de las primeras celebraciones sobre el césped soplando su ya archiconocida trompeta una sencilla melodía que todos sus compañeros acompañan con saltos y gritos de “lolololorololo Athletic Club” que se han convertido en casi un himno en el vestuario.
Villalibre no sólo pone música en las celebraciones. También lo hace en el grupo Orsai que varios jugadores del Athletic formaron hace un tiempo y al que el delantero fue el último en unirse cuando aceptó la propuesta de Dani García (batería), Óscar de Marcos, Mikel Vesga, Mikel Balenziaga (guitarras) e Íñigo Lekue (bajo). El singular delantero, además de trompestista, es cantante de un grupo.