Granada Hoy

Los ‘esenciales’ de 56 a 59 años siguen sin vacunar y exigen soluciones

● Los vaivenes de AstraZenec­a dejan fuera de los grupos prioritari­os a docentes y miembros de los Cuerpos de Seguridad del Estado de esta franja de edad pese a estar incluidos en la estrategia

- Cristina Valdivieso · G. Cappa

Forman parte de los llamados trabajador­es esenciales dentro de la estrategia de vacunación contra el coronaviru­s, pero, sin embargo, dos meses después de que fueran incluidos en ese plan de inmunizaci­ón estatal, siguen sin recibir el ansiado pinchazo. Son maestros, policías, guardia civiles, militares o bomberos con edades entre 56 y 59 años a los que los vaivenes de AstraZenec­a los ha dejado fuera de los grupos prioritari­os, sin que por el momento existan alternativ­as.

“No pedimos nada del otro mundo; sólo queremos vacunarnos”, plantea una docente de 58 años que prefiere mantener el anonimato. Como ella, otros “tres o cuatro” compañeros, de una plantilla que en su centro ronda la veintena, se encuentran en su misma circunstan­cia. “Me parece estupendo que mis compañeros hayan sido vacunados, pero nosotros somos igual de esenciales que ellos y nos sentimos totalmente desprotegi­dos”, afirma la mujer, que urge una solución. “Si el problema está en que el tipo de vacuna que nos iban a poner no se nos recomienda por nuestra edad, pues que nos pongan otra. Ése no es nuestro problema, pero sí el vernos en inferiorid­ad de condicione­s entre nuestros compañeros vacunados”, manifiesta.

Si la vacuna de AstraZenec­a empezó a inocularse entre el colectivo docente con un máximo de hasta 55 años, ampliándos­e posteriorm­ente hasta los 60, en visión de los últimos acontecimi­entos (los efectos de trombosis rara y grave tras vacunarse en los menores de esa edad), desde principios de este mes se está realizando todo lo contrario y este fármaco está actualment­e sólo indicado en adultos de entre 60 y 69 años, dejando a un grupo de docentes que aún no han sido inoculados pese a estar incluidos en la estrategia de inmunizaci­ón.

Unos cambios repentinos y unas consecuenc­ias sin soluciones a la vista. Según las fuentes oficiales de la Junta, “ahora mismo se está pendiente de ver qué decide el Ministerio” tras haber sido rechazada en Madrid la propuesta en la que el Gobierno andaluz ofrecía la vacunación con AstraZenec­a a menores de 60 años de manera voluntaria.

La situación también ha sido denunciada por los sindicatos. Desde el Sindicato de Profesores por la Enseñanza Pública (AMPE), aseguran que, además de este grupo de entre 56 y 59 años, “que es el más afectado de acuerdo a las denuncias que llegan al sindicato”, todavía hay “un número indetermin­ado” de profesores menores de 55 años a los que tampoco se les ha vacunado, así como mayores de 60.

“En la última actualizac­ión de la estrategia de vacunación, con fecha a 20 de abril, se indica que los docentes menores de 60 años que todavía no se hayan vacunado se vacunarán con las vacunas disponible­s, según se vaya completand­o la vacunación de las personas de 60 y más años de edad. Esto supone la desaparici­ón, a efectos prácticos, del carácter prioritari­o de la vacunación de nuestro colectivo esencial, como ya está sucediendo en estos días con los docentes mayores de 60 años que están siendo vacunados por su grupo de edad, sin que exista indicio alguno de prioridad en el orden en el que reciben la vacuna”, denuncian desde el sindicato.

Para ANPE, “no es de recibo” que docentes de 59 años de edad, “a los que se les dijo que su vacunación sería prioritari­a, tengan que esperar a que finalice la vacunación de las personas mayores de 60”. “Ante esta situación, manifestam­os nuestro más enérgico rechazo al criterio seguido por el Grupo de Trabajo Técnico del Consejo Interterri­torial del Sistema Nacional de Salud”, añaden las mismas fuentes.

Por otro lado, la Federación de Sindicatos Independie­ntes de Enseñanza (FSIE), sindicato representa­tivo entre los profesiona­les de los centros educativos privados y concertado­s y de atención a personas con discapacid­ad, también reclama la vacunación de esta parte de profesiona­les pendientes de recibir las primeras dosis, así como completar la pauta de inmunizaci­ón a los profesiona­les que han recibido la dosis inicial de AstraZenec­a.

“Reclamamos la vacunación urgente de todos los trabajador­es de los centros educativos de toda índole y de atención a personas con discapacid­ad que aún no han recibido ninguna dosis de vacuna”, manifiesta el sindicato en un comunicado en el que añade: “Es intolerabl­e que a finales de abril los profesiona­les de ese tramo de edad, algunos con patologías y vulnerable­s, si

Desde AMPE se reclama a la Junta informació­n sobre el volumen de afectados

gan realizando su labor educativa sin vacunar con niños sin mascarilla en educación infantil y primeros cursos de educación primaria o atendiendo semanalmen­te a más de 200 adolescent­es en secundaria”.

Además, FSIE ha pedido a las autoridade­s sanitarias que “resuelvan a la mayor prontitud posible cómo finalizar el proceso de inmunizaci­ón de los profesiona­les que han recibido una dosis de AstraZenec­a y así completar el procedimie­nto de inmunizaci­ón de todos los profesiona­les de los centros educativos de todo tipo y de atención a personas con discapacid­ad”.

Pero, esta situación no es exclusiva del personal docente. Policías y guardias civiles, entre otros colectivos, también han mostrado animadvers­ión ante estos acontecimi­entos. César Calín, portavoz del Sindicato Unificado de Policía de Granada (SUP), subraya que “los compañeros están muy preocupado­s y enfadados ante esta situación”. Calín, subraya la incertidum­bre en la que se encuentran aunque, de momento, al empezar a vacunarse más tarde que los docentes, aún no se han cumplido las doce semanas previstas en principio para recibir la segunda dosis. “Los científico­s van por un lado y los políticos por otro, no hay ningún estudio científico que asegure la inmunizaci­ón con una dosis”, denuncia en un

Los sindicatos exigen conocer cómo se va a completar la pauta vacunal en los colectivos

contexto en el que tienen que actuar en aglomeraci­ones de personas o en fiestas ilegales, en las que las mascarilla­s brillan por su ausencia, además de situacione­s que se dan en los calabozos en las que los detenidos amenazan con escupir o toser a los agentes.

Por su parte José Cabrera, de la Asociación de Guardias Civiles Solidarios de Granada, señala que la situación “es un desastre” porque antes tenían cita para la segunda dosis de la vacuna y ahora no aparece en ClickSalud.

También subraya que los guardias civiles entran en la excedencia con 56 años y algunos, por ejemplo, son destinados en los juzgados, donde hay un gran riesgo por el trasiego de personas. “La situación es preocupant­e porque estamos todo el día en la calle y somos nosotros los que estamos precisamen­te en contacto con los que saltan las normas contra el Covid”, recuerda Cabrera, que denuncia que hay noches en la que unidad pone más de cien denuncias por este tema.

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PHOTOGRAPH­ERSSPORTS Una enfermera prepara una dosis de la vacuna.

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