La subcampeona del mundo, sin margen de error
Croacia, en la que podrá jugar Modric, se enfrenta con una sosegada República Checa
Lastrado por la derrota ante Inglaterra en su estreno, Croacia afronta sin margen de error el compromiso en Glasgow ante la República Checa, sosegada después de vencer a Escocia y por el estado de euforia que acompaña a su delantero Patrik Schick.
La exhibición del atacante del Bayer Leverkusen, que forma parte de la relación de máximos goleadores de la competición tras su doblete en el partido de apertura, alienta al combinado checo que ya cuenta con tres puntos que le situaron a orillas de octavos.
Sin embargo, el revés croata frente Inglaterra ha enrarecido el panorama del conjunto de Zlatko Dalic, presionado por su condición de subcampeón del mundo y por la escasa actitud ofensiva que mostró ante el conjunto inglés.
Modric liderará a Croacia. El centrocampista del Real Madrid, que encendió algunas alarmas tras ausentarse en parte del entrenamiento del martes, se ejercitó con normalidad y con el resto de compañeros el miércoles. Disipó las dudas. Es el capitán croata el alma de su equipo y su ausencia puede suponer un mazazo mental además de práctico en el terreno de juego.
El jugador del Inter Milán Marcelo Brozovic puede ser uno de los sacrificados por Dalic y empezar en el banquillo. El seleccionador contempla un once más ofensivo, otras variantes para someter al rival. Por eso maneja la entrada de Nikola Vlasic.
Las dudas, sin embargo, no condicionan a la República Checa que disfruta del estado de euforia que le proporcionó la victoria contra Escocia y la racha anotadora de su goleador, Schick, que firmó el gol de la competición hasta el momento. No planea Silhavy variaciones.