Tras el buen debut, toca sellar el pase
● Francia busca el billete para los octavos en Hungría después de enseñar su poder ante Alemania
La selección de Francia, que brilló en su estreno ante Alemania (1-0), llega a Budapest con la moral alta y ganas de asegurar su presencia en octavos de final con una victoria contra Hungría, que promete pelear hasta el último minuto para convertirse en el matagigantes de este grupo de la muerte.
La posibilidad de que Didier Deschamps haga o no rotaciones encabeza las especulaciones de cara al encuentro frente a Hungría. En las anteriores fases finales que han disputado los bleus bajo su dirección, el técnico francés ha introducido cambios durante la fase de grupos para gestionar mejor los esfuerzos y meter a más jugadores
Didier Deschamps Seleccionador de Francia El primer partido fue importante, pero no decisivo; el duelo ante Hungría no será fácil”
en la dinámica de la competición. Sin embargo, la dureza del Grupo F (les espera Portugal, la actual campeona) y las muy buenas sensaciones que dejó Francia en su debut ante Alemania, pueden hacer que Deschamps opte mañana por mantener el once inicial con el que ganó a los germanos.
En ese partido, Deschamps solo hizo dos cambios (en los minutos 89 y 95), muy lejos de los cinco autorizados, a fin de asegurar el ajustado 1-0 que permitió el triunfo francés. Con una convocatoria de 26 hombres, sin embargo, el seleccionador galo puede animarse a hacer más cambios, y antes, si el resultado les es más favorable, a fin de no crear una división demasiado aguda entre los titulares y los demás y dar descanso a alguna de sus figuras.
Por su parte, Hungría, después de su abultada derrota frente a Portugal (0-3) en la primera jornada, intentará dar la sorpresa contra la actual campeona del mundo aprovechando su condición de anfitrión frente a los más de 60.000 aficionados que llenarán las gradas de la Puskás Aréna. Los de Marco Rossi no han reportado nuevas lesiones, por lo que se espera un plan de juego similar al del primer choque, después del cuál aseguró que su equipo “jugó bien hasta el primer gol”, anotado por los lusos en el minuto 84 de partido.
La presión, la agresividad y el corazón son las mayores armas de una selección que, capitaneada por el incombustible delantero Ádám Szalai, no tiene miedo de plantar cara y pelear de tú a tú a los gigantes del fútbol europeo. El compañero de Szalai en el ataque húngaro, Roland Sallai, aseguró que ya están trabajando para corregir algunos errores y que harán “todo lo posible” para abandonar el estadio “con la cabeza alta” ante Francia. Arropados por el calor de su afición, Hungría, que en 2016 volvió a disputar una Eurocopa después de 44 años, saltará al césped sin nada que perder y con la esperanza de poder protagonizar la primera gran machada en este grupo de la muerte de doblegar a una de las principales candidatas a levantar el título.