Las empresas no piden ayudas sino una fiscalidad favorable
La Junta de Andalucía, a través de la Agencia Andaluza de la Energía, tiene en marcha ahora mismo un programa de ayudas para el desarrollo energético dotado con 37,3 millones. 30 de ellos se destinan, como un fondo adicional del programa Feder 2014-2020, “actuaciones de aprovechamiento de energía renovable”, como como instalaciones fotovoltaicas para autoconsumo. Los 7,3 millones restantes se destinan a solicitudes del anterior programa de ayudas que no pudieron ser atendida por agotamiento de fondos. A estas cantidades se le sumarán 105 millones procedentes del plan de recuperación del Gobierno. El sector agradece el impulso pero no es muy partidario de las subvenciones. Las fuentes consultadas opinan que durante la ventana de ayudas se activa el mercado y el empleo, pero cuando no hay se para. “Las ayudas a fondo perdido distorsionan el mercado -afirma Lucía Dolera-; aunque te salgan los número, si quieres poner una instalación y las ayudas se acabaron ayer, te esperas al año que viene”. Las empresas abogan por un sistema que sustituya las ayudas a fondo perdido por deducciones en el Impuesto de Actividades Económicas y en el de Bienes Inmuebles en los municipios. García Caballero recuerda que en Sevilla y Córdoba capital la bonificación es del 50% en los diez años siguientes a la instalación, una medida que cree que debería ser más general. Espino, por su lado, critica la tardanza de algunos ayuntamientos en dar la licencia de instalación cuando su instalación “es tan sencilla como pueda serlo la de un aire acondicionado”.