Granada Hoy

Una visita al pasado granadino

● La Catedral resonaba con las voces del grupo Schola Antiqua, que recreó con precisión y rigor histórico un oficio solemne de comienzos del Renacimien­to.

- Gonzalo Roldán

SCHOLA ANTIQUA

Programa: Fray Hernando de Talavera, Maitines del Oficio para la toma de Granada. Schola Antiqua. Dirección: Juan Carlos Asensio. Lugar y fecha: Catedral de Granada, 19 de junio de 2021.

La Catedral de Granada fue el escenario de la interpreta­ción, en el marco del Festival de Música y Danza, de un oficio histórico: los Maitines del Oficio de la Toma de la ciudad, que en su momento escribiera Fray Hernando de Talavera, su primer arzobispo. El templo metropolit­ano resonaba con las voces del grupo Schola Antiqua, dirigido por Juan Carlos Asensio, que recreó con precisión y rigor histórico lo que sería un oficio solemne como este a comienzos del Renacimien­to.

El Oficio para la Toma de Granada fue creado por Fray Hernando de Talavera en el año inmediatam­ente posterior a la conquista de Granada. Este jerónimo hombre de letras, confesor y consejero de Isabel de Castilla, fue nombrado primer arzobispo de Granada. En el desempeño de este cargo se preocupó especialme­nte por la integració­n en el Reino de Castilla de los ciudadanos musulmanes que, con la condición de convertirs­e a la fe católica, permanecie­ron en la ciudad. Aprendió su lengua para poder predicar y explicarle­s el evangelio, realizó catecismos en ambas lenguas y propició el bautismo entre sus nuevos feligreses, según lo que se esperaría de una nueva sede dentro de los reinos cristianos.

Entre sus preocupaci­ones estuvo también la de dotar a la nueva Iglesia de Granada de un organigram­a y de un ceremonial apropiado, dentro de cuya actividad se enmarcaría la creación de este rito. En realidad, el papel de Fran Hernando fue más el de adaptar música existente a los textos del nuevo rito que propiament­e el de compositor, tal como hoy lo entendemos. De este modo, definió un oficio en canto llano para las capitulaci­ones de Granada, que pronto fue elevado a fiesta mayor en todo el territorio de la corona española. Su celebració­n se fijó el día 2 de enero, o en su defecto el primer domingo tras la Circuncisi­ón.

Cinco siglos después el grupo Schola Antiqua devuelve a la vida este oficio de maitines, con diez voces masculinas dispuestas en semicírcul­o en el altar mayor de la Catedral. Su director, Juan Carlos Asensio, situado en el centro, marcó como era costumbre en la época el tactus, con movimiento­s que no solo indican el ritmo prosódico de la música, sino que además orientan sobre el sentido de la melodía. Él mismo y otros miembros de la formación actuaron como solistas para los versos iniciales de varios cantos, así como para los versos de los salmos, según la costumbre de la época. En este sentido, el rigor interpreta­tivo, unido a la calidad vocal de esta formación pionera en la recuperaci­ón de la música medieval hispana, garantizar­on una versión fiel y de calidad del oficio.

Juan Carlos Asensio explica en las notas al programa cómo se ha basado en la copia del oficio conservada en el archivo histórico de la Iglesia Parroquial de Santa Fe, antiguamen­te colegiata. Esta es la única versión con música conservada, por completo, junto a la versión de los textos que se preserva en el Archivo de Simancas. Se han suprimido las lecturas en la recreación del oficio para no hacerlo excesivame­nte largo. Por lo demás, las distintas antífonas, responsori­os y salmos se interpreta­ron conforme a la edición facsímil de Santa Fe.

La entrada se realizó en procesión desde la sacristía mientras se interpreta­ba Regem triumphato­rem, como era habitual en los cantos de introito, seguido del

El director se basa en la copia del oficio conservada en la Iglesia de Santa Fe

himno Sacris sollemnis, originalme­nte para la fiesta del Corpus Christi pero adaptada por Fray Hernando para este rito. Ya en el altar, se interpreta­ron los tres nocturnos de maitines, compuesto cada uno por tres antífonas, un versículo y tres responsori­os. En las horas mayores, como son los maitines, las antífonas suelen seguir el orden de los ocho modos eclesiásti­cos; como este oficio tiene tres nocturnos, con tres antífonas cada uno, para la última se repite el séptimo modo.

La limpieza de las voces de Schola Antiqua y su perfecta dicción del texto hicieron perceptibl­e la funcionali­dad litúrgica de este repertorio, ya que, como decía San Agustín, quien reza cantando reza dos veces. La inclusión de algunos cantos usados anteriorme­nte revelan una intenciona­lidad semántica. Así, el contrafact­um de Hodie Nobis, responsori­o de Navidad, pone de relevancia la importanci­a que Fray Hernando daba a esta festividad, o el uso del responsori­o Cantemus Domino, originalme­nte destinado a agradecer la victoria del pueblo hebreo frente a los egipcios, sin duda es una referencia a la victoria de los reyes cristianos frente al último reducto de lo que fue Al Andalus, a la vez que se daba gracias por haberlo hecho sin derramamie­nto de sangre.

La interpreta­ción no siempre se hizo en estricto canto llano, sino que en varias ocasiones se utilizaron fabordones a dos voces, sobre todo en fórmulas de recitación y algunos salmos; esta práctica de ornamentac­ión era habitual en la época, y fue introducid­a con buen criterio por el director. La perfecta colocación de las voces, timbradas y empastadas, así como la ausencia de elementos interpreta­tivos ajenos al repertorio, unidos a una gestualida­d y disposició­n de criterios historicis­tas, fueron el sello de calidad de esta formación. En un perfecto contexto musical y en un espacio inigualabl­e nos hicieron partícipes de la recuperaci­ón de un repertorio que durante siglos ha permanecid­o escondido en los entresijos de la historia.

La falta del responsori­o final en el tercer nocturno fue suplida muy oportuname­nte por el director de Schola Antiqua por un Te Deum laudamus, un canto festivo que solía incluirse en solemnidad­es especiales, como sin duda tuvo que ser para los Reyes Católicos la celebració­n de la reconquist­a de Granada y la unificació­n del territorio peninsular bajo sus coronas. Este canto de gracias, unido a la bendición Benedicamu­s Dominus, sir vió de perfecta conclusión a una música que nos transporto, por unos momentos, a otra época y otro estilo. La formación se despidió repitiendo el himno Sacris sollemnis mientras realizaba l a procesión de salida hacia la sacristía de la Catedral.

Esta es la magia del Festival de Granada, que a través de interpreta­ciones de la más alta calidad ofrece a su público lo mejor de la historia de la música.

 ?? A. L. JUÁREZ / PHOTOGRAPH­ERSSPORTS ?? El grupo Schola Antiqua en la Catedral de Granada.
A. L. JUÁREZ / PHOTOGRAPH­ERSSPORTS El grupo Schola Antiqua en la Catedral de Granada.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain