Argentina vive su particular jornada de reflexión
La vuelta a la actividad fue dolorosa para la selección argentina, que regresó a la Universidad de Qatar para retomar los entrenamientos y recuperar la normalidad después del batacazo inesperado en su debut.
Un frenazo en el momento menos adecuado. La plantilla quedó tocada, pero aún más los aficionados que sueñan con la tercera Copa del Mundo. Caras bajas y semblante serio entre los jugadores que saltaron a entrenar. Messi reconoció tras el histórico revés que el vestuario estaba muerto después de perder el partido inicial de un Mundial por primera vez desde Italia 1990.
La derrota fue un serio toque de atención para el equipo de Scaloni que irrumpió con cierta suficiencia en la competición proyectado por los treinta y seis encuentros sin perder que acumulaba. El empate entre México y Polonia lo abre todo.
La cuenta atrás para la cita ante la Tri, el próximo sábado, comenzó con la vuelta a los entrenamientos del equipo en su campamento base. Hay trabajo por delante. El debut de la Albiceleste propicia variantes en el once para el encuentro de México, ya que la preparación de Argentina desde su llegada a Doha ha estado sometida a los condicionantes físicos de sus futbolistas.
Ante Arabia Saudí quedó en evidencia Cristian Romero. El zaguero del Tottenham quedó señalado en el primer gol encajado. El Papu fue el hombre elegido para sustituir a Lo Celso. No contó Alexis Mac Allister, y el centrocampista del Sevilla, condicionado físicamente, no consiguió hacerse fuerte en su zona.
Leo Messi fue la buena noticia de Argentina, independientemente de su rendimiento, no dio sintomas de molestias. Ni siquiera su viral tobillo. Argentina regresa hoy a los entrenos. Espera México.