4 DE DICIEMBRE

PARA mí el 4 de diciembre es una fecha importante porque es el cumpleaños de mi padre, pero justo ese día también hay otra celebración que nunca recuerdo, la del día de la bandera verdiblanca andaluza, esa que no nos representa a muchos habitantes del sur de España, como tampoco nos representa la CCAA andaluza.

Y supuestamente, en ese relato histórico falaz andaluz, el 4 de diciembre de 1977, hordas de andaluces, millones de personas, portando banderas verdiblancas, presuntamente reivindicaron un sentimiento andaluz y la constitución de una nacionalidad histórica andaluza, que había existido siempre y cuyo dios era y por siempre será Blas Infante. Relato que, por cierto, presenta amnesia absoluta sobre el referéndum fallido del 28-F, que deslegitimó de plano la autonomía andaluza, haciéndola radicalmente nula.

Y, en este contexto místico andaluz inventado, no deben dejar de leerse la pintoresca Instrucción de 21 de noviembre de 2022, de la Dirección General de Ordenación, Inclusión, Participación y Evaluación Educativa, para la celebración del día de la bandera de Andalucía, o sea, una Instrucción para el adoctrinamiento de nuestros hijos en los colegios públicos sobre un día de la bandera inventado y una bandera también inventada.

Desde la obligatoria conmemoración en los colegios, que debe empezar la semana previa, con izados de banderas, interpretaciones del himno… –ya me gustaría a mí que conmemoraran así el día de la bandera de España, aunque desgraciadamente no tiene día propio, muy typical spanish–, hasta la realización de actividades extraescolares y complementarias, incluidas las “de naturaleza plástica” sobre la bandera y su escudo, pasando por visitas web a la casa, vida y obra de Blas Infante, realización de la Ruta de Blas Infante, o visitas al Museo de la Autonomía de Andalucía o a la exposición digital “Clavada en la conciencia”…, son algunas de las actividades del completísimo repertorio de adoctrinamiento escolar que aparece sin rubor alguno en dicha Instrucción.

Además de la fijación machacona sobre una inventada historia andaluza –insiste que algo queda–, el porqué de este adoctrinamiento feroz andaluz sobre la blanquiverde es evidente: nadie se acuerda de esa bandera, a nadie le interesa y, ante esa verdad, fruto de la inconsistencia de la nacionalidad andaluza, surge una nueva vuelta de tuerca en el adoctrinamiento, porque manipular las mentes de niños y jóvenes desde la escuela es muy sencillo, y, tras más de 40 años de manipulación, no protesten si luego aparecen reivindicaciones independentistas.

En fin, prefiero seguir solo acordándome del 4 de diciembre como el día del cumpleaños de mi padre…

Tras más de 40 años de manipulación, no protesten si luego aparecen reivindicaciones independentistas