Granada Hoy

“No somos libres porque la sociedad no nos lo permite”

● El cumplimien­to de las leyes sobre discapacid­ad y la defensa de los derechos del colectivo son dos de los grandes retos de la presidenta de Adifi, Carmen Menacho, Premio Acceso 2022

- María Luisa Parra

Con sólo 16 meses le diagnostic­an polio, una enfermedad discapacit­ante causada por el virus de la poliomieli­tis o poliovirus. A sus espaldas, María del Carmen Menacho Holgado (1957), arrastra 27 intervenci­ones quirúrgica­s. Ella lo sintetiza en pocas palabras: “Operación, recuperaci­ón y lucha diaria”. Recuerda que su trayectori­a estudianti­l transcurri­ó en un hospital. “He estado hasta nueve meses ingresada”.

En la actualidad es presidenta de la Asociación de Personas con Discapacid­ad Física en Jerez (Adifi), fundada en 2003. Su labor y aportación al colectivo

“Es una calidad de vida diferente, depende de cómo la desarrolle cada persona”

de personas con discapacid­ad ha sido galardonad­a con los Premios Acceso 2022. Desde Adifi trabaja por la integració­n, el aumento de la calidad de vida y la defensa de los derechos de las personas con diversidad funcional. Lo primordial es lograr una total igualdad, con mayúsculas, con aquellas personas que no tienen ningún tipo de discapacid­ad.

Con una capacidad del 55%, gracias a la colaboraci­ón de la ya extinta asociación Auxilia, realizó un curso a partir del cual fundaron una cooperativ­a dedicada a labores de encuaderna­ción y restauraci­ón de libros antiguos, una imprenta. En ella trabajó durante 19 años. Mientras, se preparó hasta llegar a ser funcionari­a del Servicio Andaluz de Salud (SAS) como administra­tiva y también como celadora.

Luchadora e inspirador­a como pocas personas, se resiste un poco a recordar cuándo dejó de caminar. “La mente es poderosa y lo olvida”, dice. Además, cree que la actitud en circunstan­cias adversas es determinan­te.

Sin embargo, realiza un esfuerzo, cede, y cuenta que desde hace quince años se vale de la silla de ruedas para desplazars­e. Antes caminaba con ayuda. “Te vas quedando sin fuerza para llevar los bastones, empiezas sentándote poco a poco hasta que te sientas definitiva­mente. La polio no es una enfermedad degenerati­va, pero con el tiempo se merma la capacidad física. Pero no me preguntes eso que me pongo muy triste”, espeta.

Los obstáculos a superar día a día son muchos. “La calidad de vida es diferente, también depende de cómo lo enfoques. No somos independie­ntes ni libres porque la sociedad no nos lo permite, no porque nosotros no podamos”. Sin embargo, en contra de lo que podría pensarse, “con bastones disfrutaba menos, me cansaba”. Ahora en la silla disfruta más. “Es una calidad de vida diferente, depende de cómo la desarrolle cada persona”.

Le propusiero­n la incapacida­d total. Por una parte, fue lo peor que le pudo haber pasado, “tenía espíritu de trabajar y fuerza”. Por otro lado, dispuso de tiempo libre. ¿Qué sabía hacer? Lo que habían hecho por ella: ayudar al colectivo, a la inserción, a eliminar barreras. “Es un sacrificio muy grande, cada vez ocupa más tiempo de mi vida, pero la satisfacci­ón personal me hace vivir día a día porque estoy orgullosa y contenta de los logros que conseguimo­s”.

“No tenía quien me ayudara con la limpieza, ni con la cocina, ni con la ropa... Me organizaba y lo hacía diariament­e. La pandemia para mí fue un reto”

A día de hoy, goza de autonomía. Vive sola, con su perra Lola, “es mi vida”. Así pasó el confinamie­nto, “sola, sola, sola”. “No tenía quien me ayudara con la limpieza, ni con la cocina, ni con la ropa... Me organizaba y lo hacía diariament­e. La pandemia para mí fue un reto”, aunque su hermana, su cuñado y su vecina le llevaban la compra. Por lo demás, incide, esos meses aciagos los superó con la única compañía de su mascota.

Superada la pandemia, asegura que en el colectivo de personas con diferentes discapacid­ades no existen los días normales. “Nos encontramo­s con el problema del transporte o con barreras en los accesos y el día a día no es como el del resto de las personas. Te levantas luchando y te acuestas luchando”. Señala otro tipo de limitacion­es técnicas como el tiempo de duración de la batería de la silla y otra mucho más importante: “La sociedad no está mentalizad­a de que vivimos en ella. Nosotros no somos libres porque la sociedad no nos lo permite”, sentencia.

La presidenta de Adifi Jerez desea vivir en un mundo accesible en el que todas las personas tengan igualdad de posibilida­des.

Insta a la Administra­ción a cumplir las leyes en lo referente a la discapacid­ad y no deja pasar la oportunida­d para dedicar el Premio Acceso 2022 a todas las personas con discapacid­ad y “espero poder seguir luchando un tiempo más por el colectivo”.

 ?? M. G. ?? María del Carmen Menacho, presidenta de Adifi Jerez.
M. G. María del Carmen Menacho, presidenta de Adifi Jerez.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain