Granada Hoy

La pentacampe­ona ya está aquí

● Brasil asusta cuando importa y apabulla a Corea del Sur resolviend­o con cuatro goles antes del descanso ● Neymar jugó 80 minutos y marcó, demostrand­o que está recuperado

- Manuel S. Gómez (Efe)

No duden de Brasil, la pentacampe­ona ya está aquí. La derrota ante Camerún sólo sirvió para espolear a un grupo unido en torno a Tite, un bloque que saltó y vibró con cada gol asestado a la pobre Corea del Sur, maltratada en Qatar ante la mejor exhibición de fútbol, aunque sólo durara una parte, que se ha visto en estos octavos de final.

Con la vocecita en la nuca: “Perdisteis ante Camerún”, los brasileños se rebelaron, destrozaro­n a Corea del Sur con los goles de Vinícius, Neymar, Richarliso­n y Lucas Paquetá y mandan un mensaje: “queremos la sexta estrella”.

Los de Tite, que acabó bailando al son de su equipo, despejó todas las dudas de la derrota ante Camerún en apenas media parte. En el vestuario de Brasil tenían claro que la derrota contra los africanos era una simple llamada de atención, una forma de quitarse la presión de la primera derrota sin que ésta tuviera consecuenc­ias nefastas como en los tres últimos Mundiales. Y respondier­on con el fútbol más bonito y vistoso que se ha apreciado en el torneo desde el 7-0 de España a Costa Rica.

Ya se pueden destruir todos los argumentos que apuntan a Tite como un técnico defensivo. Confió en Neymar titular y lo arropó con la clase de los Paquetá, Vinícius, Richarliso­n, Raphinha y un Casemiro imperial, y Brasil danzó al ritmo de los jugadores más alegres del torneo.

La fiesta, mientras sonaban los tambores coreanos en la grada, la comenzó Raphinha, con dos regates en una baldosa; el primero para abrirse hueco y dar continuida­d a la jugada, el segundo para desembaraz­arse del defensa y entrar en el área con espacio por delante. Su centro raso no lo enganchó Neymar en el punto de penalti, lo frenó Vinícius completame­nte solo. Pisó la pelota y pareció empantanar­se. Todo lo contrario. Con calma, mientras los defensas trataban de parar el tiempo encimándol­o, acomodó la pelota con el interior en un ángulo. Un golazo impensable para él hace no tanto.

Brasil había desatascad­o cualquier duda de partido cerrado y los goles empezaron a llegar sin grifo. Ayudados por una defensa endeble de los coreanos, que se desincharo­n como si su trabajo, estando en octavos, ya estuviera hecho.

Para el 2-0, Jung se llevó por delante a Richarliso­n, le atropelló dentro del área y posibilitó que Raphinha le cediera el penalti a Neymar con un abrazo. El 10, tras una carrera interminab­le y un juego mental con el portero, definió con la sangre fría de quien se sabe el mejor y se quedó a un tanto de igualar a Pelé.

En ese punto ya había aroma de goleada. No en vano, hace cinco meses, Brasil ya le metió cinco a este mismo equipo.

Era cuestión de puntería, aunque Brasil confiaba más en la magia. Para prueba, el tercero, nacido de cuatro toques, sí, cuatro, de cabeza de Richarliso­n a 25 metros del área. Bajó la pelota tras la cabriola y abrió una combinació­n al primer toque con Marquinhos y Casemiro. Este último, con un pase de mediapunta, de esa figura en peligro de extinción, lo dejó en boca de gol.

Corea, ya noqueada, aún tuvo que sufrir antes del descanso la volea con rabia de Paquetá. Se la sirvió Vinícius, que buscaba con su pase a Neymar, pero se encontró con la irrupción de la diestra de Paquetá.

Si el partido no cogió tintes de goleada histórica fue porque Seung-gyu Kim, el portero coreano, comenzó a sacarlo todo, especialme­nte tres paradones a Raphinha y Richarliso­n en el mano a mano.

Con una clara mejoría en la segunda parte, unida a las rotaciones y la poca necesidad de apretar de los brasileños, llegó el gol del honor de los coreanos. Un disparo desde fuera del área de Paik Seung-Ho que tocó en un defensa y se coló junto al palo.

Gol que los surcoreano­s celebraron como el de una final, pero que no cambió nada. Tite estaba tan tranquilo que hasta metió al tercer portero para que disfrutase del Mundial.

Brasil avanza a cuartos y emplaza un enfrentami­ento con Croacia por las semifinale­s. Será el tercer choque en los Mundiales entre estas dos seleccione­s, todos en fase de grupos, todos con victoria de Brasil.

 ?? ABEDIN TAHERKENAR­EH / EFE ?? Rapinha, Vinícius, Paquetá y Neymar celebran con un baile uno de los cuatro goles de Brasil.
ABEDIN TAHERKENAR­EH / EFE Rapinha, Vinícius, Paquetá y Neymar celebran con un baile uno de los cuatro goles de Brasil.

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