Granada Hoy

El casado casa quiere... y los de Casado, también

● Pepe Ortiz prioriza amarrar la Alcaldía de Vejer por si dentro de un año se queda fuera de la lista a las generales por su pasado ‘casadista’

- Fco. Sánchez Zambrano

La clave es tener un techo, un lugar en el que guarecerse por si cambia el tiempo, llegan los temporales y el viento se pone en tu contra. Y ese refugio permite disfrutar de cierta independen­cia, para hacerte fuerte de puertas para adentro sin estar tan pendiente de las consignas exteriores. Esto pasa en la vida real pero también tiene su traslación a la política. Y un ejemplo lo hemos visto en el PP de Cádiz, con el aterrizaje de Pepe Ortiz como candidato –otra vez– a la Alcaldía de Vejer. Porque si dice el dicho que el casado casa quiere, los de Casado también la quieren, por lo que pudiera pasar. Y Pepe Ortiz fue y será para los restos el primer casadista que hubo en la provincia de Cádiz.

Hay que partir de una base: Ortiz jamás se fue de Vejer. Cuando a finales de 2019 logró por primera vez su escaño como diputado nacional y el entonces presidente nacional del PP, Pablo Casado, le pidió que dejara la Alcaldía vejeriega para asumir un puesto de responsabi­lidad en la Cámara Baja, a Pepe Ortiz no le quedó más remedio que aceptar, aunque fuera a regañadien­tes, y cederle la

Alcaldía a su amigo Lolo Flor. Pero no quiso desvincula­rse del todo, de ahí que continuara este mandato como teniente de alcalde y se quedara para sí las áreas de Urbanismo y de Turismo.

Es decir, que cuando se habla del regreso de Pepe Ortiz a Vejer, ese término es muy relativo. Ahora vuelve a coger el testigo en una operación que se ha repetido otras veces en política, sí, que puede entrañar riesgos porque no se sabe cómo se lo tomará el electorado, pero que en este caso concreto se ha llevado a cabo sin discusión ni recelos internos, porque nadie en el PP de Vejer se ha opuesto a este relevo. Esa es la suerte de Ortiz. Ni siquiera ha protestado el aún regidor, Lolo Flor, que, pase lo que pase en las municipale­s, está llamado a desempeñar a partir de entonces un papel más secundario.

¿Por qué vuelve Ortiz a ser el candidato del PP a la Alcaldía de Vejer? ¿Y por qué ha anunciado el partido que en los próximos meses dejará su acta de diputado cuando ese escaño es compatible con la responsabi­lidad municipal? ¿El PP prescinde de él por su pasado casadista? Hay que aclarar que Ortiz volverá a ser alcaldable porque él quiere. El partido no le ha empujado a ello, ni le está forzando a dejar su escaño en el Congreso, aunque es verdad que la dirección del PP gaditano ha ganado en tranquilid­ad con este movimiento, ya que entiende que Ortiz es una garantía como alcaldable en Vejer; el resultado que hubiera dado Flor era un misterio. Y que su sustituta en el Congreso vaya a ser la actual alcaldesa de Prado del Rey, Vanesa Pérez, es un dato que el PP entiende que puede abrirle puertas en la Sierra de Cádiz.

También se puede decir que Pepe Ortiz no las tenía todas consigo y que ha optado por amarrar su Alcaldía –o al menos intentarlo– antes de que dentro de un año alguien en el partido recuerde su pasado casadista, le deje fuera de las listas a las elecciones generales y se quede a la intemperie, que todo es posible en política. ¿Tener un pájaro en la mano o ver cientos volando? Pues eso. Es verdad que Juanma Moreno no ha ordenado el exterminio de los casadistas. Nada ganaría con ello, si acaso originar unas rencillas innecesari­as en un partido que tras su aplastante victoria disfruta ahora del mejor momento de su historia. Entiende por tanto Moreno que ya no hay casadistas en el PP andaluz. Si no, no hubiera contado con dirigentes como José Antonio Nieto, Esperanza Oña, José Loaiza, Alfonso Candón y Teresa Ruiz-Siller.

De este grupo Pepe Ortiz fue desde el primer momento el más beligerant­e. Defendió a capa y espada a Casado tanto antes de las primarias –se arriesgó y le salió bien– como durante su etapa como líder del PP e incluso tras su defenestra­ción. Visto lo visto, no parece que vaya a haber una cacería contra los casadistas ,al menos en Andalucía. Pero Ortiz no las tenía todas consigo. Y hay otro elemento importante: sin Pablo Casado, Teodoro García Egea y demás, el político vejeriego siente que ha ido perdiendo protagonis­mo en el Grupo Popular en el Congreso de los Diputados tras la irrupción de Feijóo y los suyos. Y ante la duda, ya saben, mejor la vuelta a casa.

La suerte que tiene Ortiz es que nadie en el PP de Vejer se ha opuesto a su ‘regreso’

 ?? J.M.RUIZ ?? Pepe Ortiz, en una reciente entrevista radiofónic­a en Vejer.
J.M.RUIZ Pepe Ortiz, en una reciente entrevista radiofónic­a en Vejer.

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