Y sus tres sabores de patatas fritas
Para olvidarse de usar ya el exprimidor
La firma Lay’s ha creado tres ediciones especiales de cara a la Naviad con sendos sabores para sus patatas fritas Gourmet que sorprenderán a todos los paladares. El chef Quique Dacosta, tres estrellas Michelin en Denia y f lamante brillo añadido en el Ritz madrileño es la inspiración de garantía de estas tres nuevas variedades seleccionadas.
El chef extremeño ha creado las patatas fritas sabor a huevo trufado con creman de patata; las de solomillo con cebolla caramelizada; y las de sabor a pimiento rojo a la leña. Tres sutiles y gastronómicos sabores para unos aperitivos sublimes. Un picoteo sofisticado.
Ante el frío del invierno para desayunar, por ejemplo, tonifica un zumo de naranja. La marca Granini ha creado dos nuevas variedades de zumo de naranja 100% exprimido, elaborado con naranjas de cultivo sostenible, para olvidarse de usar el exprimidor, por cualidades nutricionales y sabor de la fruta. Los zumos envasados en variedades de con pulpa o sin pulpa, no llevan aditivos ni conservantes, es
“como el que te haces en casa con la ventaja que te lo puedes tomar dónde y cuándo quieras”, propone Graninini, aporta los nutrientes y la vitamina C necesarios. parda que el futuro llegue como consecuencia. Lo que diferencia a la labor del chef y a la gastronomía en general es la regularidad, mantener el nivel siempre, que es lo que viene a reconocer distinciones como la que otorga Michelin o los Soles Repsol.
Pedro Subijana es de los nombres maestros de la cocina española, entre los guardianes de la alta cocina vasca y que desde su Akelarre ha mantenido una línea constante y ascendente de superación. El restaurante ahora también es hotel y hace 40 años entre en la entonces reducida constelación estrellada española y se aproxima a los veinte años con los tres brillos en la puerta del local con sus impresionantes vistas al Cantábrico. Mantener las tres estrellas, lo que invita a un viaje ex profeso para conocer la labor del chef, que al freírse se convierte en un chicharrón vegetal perfecto. De cara a un menú para los veganos del futuro inmediato estos torreznos de patatas vienen a mantener una tradición muy nuestra pero con un ingrediente insólito. En un futuro a largo plazo tal vez una tentación habitual del supermercado será una bolsa de chicharrones vegetales que partieron desde la imaginación de un restaurante donostiarra tres estrella Michelin.
El torrezno es complemento a un damero de col que también aparenta ser una panceta, con salsas también de protagonismo vegetal que permiten demostrar que lo no-animal es tan sabroso y apetecible como lo animal.
Eso sí, si al torrezno se le agrega polvo de jamón Cinco Jotas, como sucedió con motivo del rciente Cooking Challenge del Basque Culinary Center, la experiencia de sabor ya es de apoteosis.