LAS BOMBAS DE CALOR, UN “ABRIGO” PARA EL INVIERNO Y LA ECONOMÍA FAMILIAR
Estos sistemas de climatización consiguen un 50% de ahorro energético, según datos de Daikin
LA actual situación mundial de incertidumbre en torno al suministro y el precio del gas natural está provocando que los Estados miembros europeos busquen nuevas formas de reducir el gasto en este tipo de combustibles hasta en un 15 % este invierno. Por ello, es necesario contar con nuevas alternativas que palíen las bajas temperaturas que nos esperan en los próximos meses. En este contexto, como “abrigo” se presentan las bombas de calor, un aliado fundamental para las viviendas que consigue reducir los costes energéticos, así como las emisiones de carbono para el planeta.
Apostar por una bomba de calor en el hogar supone una alternativa real para superar la crisis energética que está golpeando a miles de hogares a nivel mundial, una situación que se verá agravada por el uso de la tradicional calefacción para revertir el frío característico del invierno. Este tipo de equipos se posicionan como la gran opción alternativa a estos sistemas de calefacción convencionales, puesto que, además de ser más beneficioso para el cuidado del medio ambiente, se adapta a cualquier temporada dada su capacidad reversible, pudiendo además proporcionar frío en verano. Todo ello, sumado a un factor fundamental, el ahorro para los hogares: las bombas de calor pueden reducir en un 50% el consumo energético, según Daikin, fabricante japonés de equipos de climatización. De hecho, un reciente estudio de la compañía revela que es posible climatizar una estancia por menos de un euro al día con una bomba de calor tipo Split.
En definitiva, una solución óptima y eficiente que, además, es clave para regiones de clima mediterráneo templado como el andaluz, caracterizado por inviernos suaves y veranos secos y calurosos.
¿QUÉ ES LA BOMBA DE CALOR?
La bomba de calor es un equipo de climatización que busca conseguir la temperatura óptima en cada momento, tanto en época invernal como en temporada de verano. De esta manera, este equipo ofrece la modalidad de calefacción y de aire acondicionado de manera fácil, económica y respetuosa con el medio ambiente. Para ello, la bomba de calor toma la energía del aire y la transporta dentro de la estancia, calentando el espacio. De igual manera, puede funcionar a la inversa, transportando el calor interior hacia el exterior, refrescando la vivienda.
Este tipo de sistemas resultan realmente eficientes, dado que entre sus múltiples puntos fuertes se encuentra el hecho de que son capaces de transportar más calor o frío que la propia energía eléctrica que consume.
¿CÓMO INTEGRAR ESTE SISTEMA EN CASA?
Contar con una bomba de calor en nuestro hogar es realmente sencillo si tenemos en cuenta que hablamos de equipos que pueden ser integrados fácilmente. Pueden encontrarse en diversos formatos, según las necesidades de cada usuario, teniendo en cuenta la vivienda y el estilo de vida, según indican desde Daikin. Pero el equipo más convencional, sencillo e integrable, sobre todo en zonas de clima templado como Andalucía y para estancias de tamaño medio, es la bomba de calor tipo Split. Son los equipos más populares y comunes que cuentan con una unidad exterior y una o varias unidades interiores en función de las estancias de la casa que se quieren climatizar.
Ahorro Por menos de un euro al día, se puede climatizar una estancia con una bomba de calor tipo Split
LAS BOMBAS DE CALOR, LA CLIMATIZACIÓN DEL FUTURO
Las subvenciones y fondos europeos tienen como objetivo principal la descarbonización del sector de la climatización. Es decir, el plan tiene como finalidad reducir la combustión de combustibles fósiles para que predominen los sistemas 100% eléctricos, cuyas características son la eficiencia y las 0 emisiones directas.
Con los objetivos marcados en el horizonte, esta transformación pasa por reemplazar los sistemas de calderas por sistemas de bombas de calor, de ahí que ya podamos observar el aumento en la demanda, que está creciendo logarítmicamente. Así, se prevé que la demanda anual de bombas de calor residenciales se triplique de aquí a 2025.