El filial prolonga su buen estado
● Tercera victoria consecutiva del equipo rojiblanco al superar por 3-0 al UCAM Murcia en un choque marcado por el tempranero gol de Julito y una expulsión visitante a la media hora
Excelsa victoria del Recreativo Granada ante el UCAM Murcia en un partido muy completo en el que los rojiblancos mostraron otra cara y se meten de lleno en esa lucha por la permanencia tras vencer por 3-0 a los universitarios, un equipo hecho para ascender y que se ve en un lío tras encadenar múltiples derrotas.
Exactamente 35 segundos tardaron los rojiblancos en adelantarse en el luminoso en un error clamoroso de Pau Torres que aprovechó Martín Solar. El rechace de su disparo lo recogió ‘Julito’ para batir al guardameta y hacer el primero.
La primera parte fue plácida para los intereses rojiblancos. Los de Juan Antonio Milla gozaron de múltiples ocasiones para aumentar su renta, aunque lo más importante es que el filial ya no mostraba síntomas de ese equipo visto en jornadas atrás. Apático, con ansiedad y estresado. Esas dos victorias consecutivas conseguidas han dado otro aire al Recre.
Al filo de la media hora de partido, el encuentro se volvió completamente loco. Mario Da Costa tuvo una gran oportunidad en una gran acción individual con rabona incluida en la que el malagueño probó fortuna desde la frontal pero su disparo salió rozando el poste.
Cinco minutos después el colegiado González Páez decidió expulsar con roja directa al universitario Alfredo por una entrada muy fea sobre un Osei que hacía gestos ostensibles de dolor. El lateral no pudo continuar en el encuentro y su lugar lo ocupó Eu Gutiérrez.
Leo Sepúlveda en la prolongación de un saque de esquina al que no llegó a la bola y un disparo al palo de Mario Da Costa fueron las mejores ocasiones para un filial que se marchó con la sensación de merecer mucho más al descanso.
A la vuelta del entretiempo, los locales se siguieron mostrando igual de incisivos que en la primera mitad. Fue ahí cuando en una contra de libro, Mario Da Costa aglutinó algunos defensores para que este se la cediera a Ballo, absolutamente solo en el punto de penalti y solo tuvo que empujarla.
A menos de diez minutos del final, la entrada de Samu Omorodion volvió a darle aire al conjunto de Milla arriba. El nigeriano, al que conoce perfectamente el alboloteño por su etapa en el juvenil, anotó un golazo desde el centro del campo tras recuperar la pelota en una presión, vio adelantado al guardameta Zorro y le pegó sin pensárselo.
Incluso pudo anotar el segundo el delantero en dos ocasiones tras varios fallos de la defensa murciana.