El milagro de
● El 28-M no será un domingo cualquiera. Los partidos ya tienen sus ‘alineaciones’ electorales y calculan el impacto de ese día festivo, religioso, político y futbolístico
CINCUENTA días después de la Pascua llega Pentecostés, una de las fiestas de mayor simbolismo para los cristianos porque se celebra un milagro, el del descenso del Espíritu Santo en forma de lenguas de fuego sobre los apóstoles reunidos. En 2023, ese domingo coincide con el 28 de mayo. El 28-M. Así que en España tendremos otra fiesta, la de la democracia, que a veces y para algunos también encierra algún milagro. Más allá del paralelismo teológico que se pueda rebuscar en esta coincidencia del calendario, destaca la acumulación de eventos y la posible interacción entre los mismos que se prevén para esa jornada electoral en Granada. Y todos ellos con el denominador común de la esperanza en una nueva buena.
Además de la llamada a las urnas para elegir a nuestros alcaldes, en esta provincia y su capital se puede celebrar el ascenso a Primera División del Granada CF. Es la última jornada de Liga y la calculadora de puntos así lo indica por ahora. Esto ya lo tienen en cuenta los partidos políticos, que suelen mirar con detenimiento cualquier asunto ajeno que amenace con interferir para bien o para mal en los días de campaña y, sobre todo, en la misma jornada de las urnas. La efervescencia deportiva puede hacer olvidar a muchos su deber como ciudadanos. Como es un fenómeno transversal, de aficionados de cualquier color político, la preocupación es relativa. Los unos por los otros, se podría pensar; pero los que más afinan en sus análisis, sí valoran que algunos partidos salen más perjudicados que otros si hay una alta abstención. Los minoritarios, por ejemplo.
El fútbol no es el único acontecimiento (posiblemente) desestabilizador para las municipales. Ese domingo de Pentecostés habrá muchos granadinos a miles de kilómetros de su colegio electoral, en la romería de la Virgen del Rocío. No es, por tanto, un milagro del Espíritu Santo lo que algunos temen o esperan en ese 28 de mayo, sino la abstención de muchos votantes que no hayan tenido la precaución de enviar antes su papeleta por correo. El PP ya lo ha tenido en cuenta y sus afiliados en la Hermandad difunden la información sobre los trámites a seguir para que no se despiste ni un voto. Otros partidos esperan lo contrario, que el fervor de los peregrinos haga perder apoyos a la candidata a la Alcaldía Marifrán Carazo. La presunción general es que sus votantes son mayoría entre los romeros.
Para ese 28-M festivo, religioso, político y futbolístico, en el que todo se puede entremezclar, los partidos están ultimando sus alineaciones. En esta última semana hemos despejado una de las principales incógnitas, que era la lista electoral del PP. Ya se anticipaba en las cábalas que la renovación sería predominante. Y así ha sido, incluso más de lo que muchos afiliados y cargos de ese partido esperaban. Carazo no se acompaña en esa candidatura de ni uno de los concejales actuales de su partido en el Ayuntamiento de Granada. Lo que no significa que hayan sido defenestrados del todo, porque algunos de ellos pueden ocupar más adelante otros cargos políticos o de confianza, sobre todo si consiguen el objetivo de gobernar. Quizás el nombre más señalado de ese grupo, que en pocos días se despedirá del salón de plenos, es el de Luis González, el edil que ha llevado la batuta durante este último año. Por el momento sigue vacante la dirección de la Alhambra, el codiciado sultanato, que quedó libre con la marcha de Rocío Díaz a la Consejería de Fomento. Ella, por cierto, cierra la lista de Marifrán, lo que siempre es un gesto simbólico de apoyo.
En su lista electoral, Carazo ha combinado la búsqueda de fieles escuderos con una amplia apertura a la sociedad. El número dos es Jorge Saavedra, el actual secretario general del PP en esta provincia y parlamentario andaluz. Es decir, un político político, en el que Marifrán tiene plena confianza para mantener los equilibrios y resolver los posibles atranques de un grupo heterogéneo. Saavedra no es el clásico fontanero político de formas contundentes. Su perfil es más acorde a los nuevos tiempos del PP de Juanma Moreno, de cariz amable y con mano izquierda, pero no por eso menos eficaz.
Hace ya algún tiempo que el presidente nacional de este partido, Alberto Núñez Feijóo, dio algunas claves a sus candidatos y dirigentes territoriales para la confección de las listas. Les prometió autonomía para designar a los compañeros de viaje, pero a la vez les pidió generosidad. Sin rencillas internas, pero con valentía para romper con las clásicas cuotas. Y, sobre todo, que fueran listas muy abiertas a la sociedad. La candidatura de Carazo va en esa línea. A partir del número 3, ocupado por la actual directora del PTS, la independiente Ana Agudo, se suceden otra serie de nombres más conocidos en el mundo empresarial, universitario o de la sociedad civil que en la propia sede del PP.
También rescata Marifrán a Juan Ramón Ferreira, que fue concejal en los años 90 y que permaneció en un segundo plano durante la época del expresidente del PP Sebastián Pérez. Y no podía faltar el guiño a los anteriores votantes de Ciudadanos, por medio de Raúl Fernández, quien estuvo en los puestos de cabeza del partido naranja en la provincia durante sus años de esplendor y mantiene una estrecha relación con Fran Hervías. Su colocación en el puesto 16 del PP (con pocas posibilidades de ser elegido) indica que la decisión es más un gesto y un mensaje de una candidata que aspira a aglutinar al máximo el voto de centro-derecha.
Pero Ciudadanos se resiste. Concha Insúa, que ya fue la candidata a las autonómicas del 19-J, pero no obtuvo escaño, se postula ahora para alcaldesa. En realidad, luchará por obtener al menos un sillón en el salón de plenos. Ella cree que puede ser la llave del próximo gobierno, porque si consigue algún puesto éste podría ser necesario para que alguno de los partidos mayoritarios alcancen la mayoría absoluta.
Al socialista Paco Cuenca podría interesarle esa posibilidad. El voto a Insúa le viene bien, tanto si ésta consigue acta de concejal como si no. En el primer caso, ambos parecen predispuestos a una alianza; y en el segundo, los votos que Cs se llevara y no se tradujeran en escaños podrían ser papeletas que no van a parar al PP. Tiene motivos para hacerle ojitos a la candidata naranja, que el viernes recibió la visita y el apoyo de Inés Arrimadas, con un acto en el Sacromonte.
A la vista de la división con la que los partidos a la izquierda del PSOE se presentan a estos comicios municipales, que podría hacerles perder parte de su representación actual, el alcalde socialista podría buscar otras posibles asociaciones para aspirar al gobierno. Y en esto tiene experiencia sobrada, porque ¿quién podía pensar en 2019 que Cuenca terminaría gobernando con el apoyo de Luis Salvador? Y es que en la política también hay muchos milagros.
La lista socialista, que se hizo pública muy pronto, es todo lo contrario a la de Carazo. Su palabra clave es continuidad. Muy pocas novedades aparecen intercaladas en los puestos de salida entre los nombres del equipo actual. Su apuesta para repetir como alcalde es que la ciudadanía valore y apoye su gestión durante los últimos años. El único cambio significativo será el relevo del actual concejal de Urbanismo, Miguel Ángel Fernández Madrid, pero sostiene que se marcha por voluntad propia, para emprender otra etapa fuera de la política. Si miramos el historial de ese cargo tan importante en Granada, se diría que fuera una silla eléctrica, con una larga lista de achicharrados. Demandas de promotores, peleas con los propios alcaldes, tensiones entre funcionarios y hasta juicios por corrupción. Quizás Migue Madrid ha sabido salir a tiempo. Que pase el siguiente.