Francis, una breve historia
● Fallece Francisco García Padial, médico de profesión, jugador rojiblanco en los años 70
Un futbolista que tuvo que dejar la profesión a sus 24 años y con mucho fútbol todavía por delante: Francis, que se ha ido a edad también temprana este pasado viernes, para tristeza de la familia rojiblanca de ayer, de hoy y de siempre.
Francis, una breve historia: Francisco García Padial, médico de profesión cuando la mala suerte se cruzó en su camino de futbolista profesional y cortó bruscamente un futuro presagiado de éxitos, según la trayectoria internacional que se había iniciado todavía en edad juvenil desde su puesto en el centro de la retaguardia, donde impartía cada domingo un desempeño cerebral de colocación y anticipación, seguido de salida aseada de la pelota.
En Francis vio Vavá, entrenador rojiblanco, futuro cuando lo hizo debutar en septiembre de 1977 en el campo de Fabra y Coats, partido de Copa contra el Barcelona Atlético, filial del Barça. Tenía 17 años aquella tarde que el Granada salvó la eliminatoria y aunque esa temporada fueron escasas sus apariciones, para la siguiente, en que el Granada disputó el ascenso hasta el último minuto de la última jornada, Francis ya se había afianzado en el centro de la zaga.
La frustración de un ascenso no logrado precipitó un traspaso que la directiva de Manuel Anel formalizó mientras Francis disputaba con la selección española el mundial juvenil en Japón. Dieciséis millones de pesetas, dinero para las desfallecidas arcas rojiblancas y progresión para un futbolista de futuro: Francis apareció en Primera División en la defensa del Betis que se enfrentó al Barcelona en el Nou Camp justamente dos años después de aquel debut frente al filial azulgrana.
Es cierto que la anochecida de aquel sábado, segunda jornada de Liga, en el coliseo blaugrana no resultó de grato recuerdo por la goleada (5-0) que la constelación de figuras que formaba en el Barcelona impuso al Betis, todavía sin asentar en Primera. Pero Francis se fue asentando en un equipo que a la larga iba a cristalizar en uno de los mejores Betis de su historia. Y, así, en la temporada 80–81, con Francis en plan figura, el Betis frenó en seco al Atlético de Madrid, que iba embalado hacia el título. Su ventaja, bien entrada la segunda vuelta parecía inalcanzable. Pero un domingo de marzo, en las mismísimas orillas del Manzanares, un central de nombre Francis, 21 años recién cumplidos, acabó esa tarde con la racha de Rubén Cano, el estilete colchonero, y de lo demás se encargaron la maestría de Gordillo y Cardeñosa. Total, 0–4 para un presunto campéon que aquel histriónico Alfonso Cabeza terminó por hundir en las escasas semanas que quedaban para concluir la Liga: el título fue para la Real Sociedad.
Francis era aquel defensa de colocación, elegancia, limpieza y finura que, sin dar una patada, se había hecho con el centro de la zaga bética. A sus 21 años tenía por delante un brillante futuro y a sus espaldas todo un currículum de méritos futbolísticos: internacional juvenil, había debutado en septiembre de 1977, con 17 años, en el primer equipo del Granada y una temporada después, afianzado en su puesto, mientras Francis mantuvo la forma los rojiblancos habían liderado durante semanas la clasificación de Segunda División. Precisamente la primera de una inmisericorde racha de lesiones le mantuvo fuera del equipo en casi toda la segunda vuelta del ejercicio 78–79 y el Granada sufrió aquella ausencia hasta perder la gasolina necesaria para la recta final de la Liga. Con la luz de reserva encendida, el equipo dejó escapar puntos vitales en el tramo decisivo de la competición.
En su doble faceta de marcador y libre, Francis aparecía como uno de los centrales con más futuro en el fútbol español. Internacional juvenil, su presencia en Primera le abocaba como uno de los mejor situados para la inminente cita del Mundial España-82. En 1978, Ben Barek, nuevo entrenador rojiblanco, le había dado la camiseta de titular desde la jornada inicial. Como lateral, primero, para la dura tarea de suplir a Falito, otro histórico. Pero el equipo comenzó a funcionar cuando Francis se situó en su verdadero puesto, formando tándem con Benítez. El Granada ganaba puntos dentro y fuera y escaló hasta el liderato: la técnica de Francis, que no desmerecía junto al paraguayo, uno de los grandes futbolistas que han pasado por el Granada, apuntaló la defensa. Pero la segunda vuelta, ausente por lesión, el once perdió firmeza y se dejó superar por Almería, Málaga y Betis.
Este equipo, en su regreso a Primera, apostó por el defensa granadino. Aquel Betis de primoroso trato al balón era un buen escaparate. Pero a Francis, tras sus dos primeras espléndidas temporadas, a partir de 1981 las lesiones le esperaban en el camino y, sin continuidad, su estampa desapareció de la titularidad en el momento justo para consolidarse como el gran futbolista que sus condiciones proclamaban. Dos últimas temporadas como verdiblanco que pasaron en blanco. En 1984 causó baja. Hora de terminar los estudios de Medicina. Adiós al fútbol con sólo 24 años. Este lunes, cuando los videomarcadores de Heliópolis anunciaron la triste noticia, el estadio del Betis enmudeció: una historia breve... pero inolvidable.
El entrenador rojiblanco Vavá lo hizo debutar en septiembre del 1977