La prueba más solidaria de Granada brilla en su XVIII edición
● Pablo Sánchez y Carolina Huertas se alzan con los primeros puestos en sus respectivas categorías en los diez kilómetros absolutos de la Carrera Popular Memorial Padre Marcelino
Granada ha vivido una auténtica fiesta deportiva y solidaria. La calle Arabial despertó la mañana del pasado domingo envuelta en un aura especial. Las primeras luces del día acariciaban las fachadas de los edificios mientras las familias, con una sonrisa anticipada, se congregaban en las aceras. Era un día marcado en el calendario, un día para el recuerdo, el día de la XVIII Edición de la Carrera Popular Memorial Padre Marcelino, la tradicional prueba que cada año organiza el Club Deportivo Agustinos en colaboración de la Concejalía de Deportes del Ayuntamiento de Granada.
Más de 3.000 corredores, an
La carrera celebró su mayoría de edad con una participación de más de 3.000 corredores
siosos por desafiar el asfalto, se alineaban en la salida, listos para dar lo mejor de sí mismos. El ambiente vibraba con emoción y solidaridad, ya que cada paso, cada zancada, estaba destinada a construir un futuro mejor. Las inscripciones, convertidas en esperanza, se dirigían hacia la construcción de un pozo en la remota comunidad rural de Kamalo, en Sierra Leona, esto gracias a la labor solidaria de la Red Solidaria Internacional Arcores que, como cada año, reivindica todas las obras sociales de la familia Agustino-Recoleta en los 22 países en los que está presente.
El pistoletazo resonó, y la marea humana se lanzó a las calles de Granada, en un recorrido que abrazaba la esencia de la ciudad. La Gran Vía, Reyes Católicos y Recogidas se convirtieron en testigos de una gesta deportiva y solidaria, mientras los corredores dejaban su huella en el pavimento.
Entre el fragor de la competición, emergieron los nombres de los campeones. Pablo Sánchez del Club Nerja Atletismo (31:46), con la determinación en cada zancada, se coronó en la categoría masculina de los 10K, seguido de cerca por Francisco José Buendía (31:52) y Alberto Casas (32:03). En la categoría femenina, Carolina Huertas del Trotasierra (37:46), con su garra indomable, se alzó con la victoria, seguida de María Teresa Díaz y
Laura García. Sus nombres resonarían en la memoria de la carrera, grabados en la historia de esta jornada inolvidable.
Pero la Carrera Memorial Padre Marcelino no era solo para los más veloces, sino para todos aquellos dispuestos a desafiar sus límites. Las carreras de las categorías inferiores llenaron las calles de risas y energía juvenil, mientras los chupetines, con sus pasos diminutos pero llenos de determinación, se convertían en el alma de la fiesta.
El sol del mediodía arreciaba, pero nada podía apagar el fuego de la pasión deportiva. La premiación, envuelta en un halo de emoción, congregó a familias y corredores en el patio del Colegio Santo Tomás de Villanueva.
Los aplausos resonaban, el orgullo se ref lejaba en cada rostro, mientras los ganadores subían al podio para recibir su merecido reconocimiento.
Darío Castillo y Alina Mercado brillaron en la categoría Chupetín, Gonzalo Guiote y Olympia del Nogal se alzaron en la Sub14, mientras que Daniel Ramos y Elena Torres conquistaron la Sub-16. Iván Montoro y Daniela Benavente destacaron en la Sub12, Alejandro Molina y Malena Villena se llevaron la Sub-10, y Nicola Frugnoli y Alba Martín se consagraron en la Sub-8. Sus nombres, pequeños pero llenos de grandeza, quedaron grabados en la memoria colectiva de la carrera.
La XVIII Edición de la Carrera Popular Memorial Padre Marcelino llegaba a su fin, dejando tras de sí un rastro de pasión, solidaridad y superación. En las calles de Granada, donde el asfalto se convierte en pista de sueños, cada paso cuenta una historia de esperanza. Una vez más, la comunidad se unió en un abrazo de solidaridad, demostrando que juntos, podemos cambiar el mundo, un paso a la vez.
Pero el verdadero éxito de la jornada no radicaba solo en los podios y las medallas, sino en la generosidad y el espíritu de colaboración que envolvía cada paso de la carrera. La recaudación destinada a la construcción del pozo en Kamalo era un faro de esperanza para una comunidad que anhelaba un acceso seguro al agua potable. Las sonrisas de los corredores, el calor de las familias reunidas en las aceras y el apoyo inquebrantable de los voluntarios en los puntos de avituallamiento eran la verdadera esencia de esta jornada.
Mientras el sol ascendía en el cielo, las calles de Granada se llenaban de vida y celebración. Los negocios locales abrían sus puertas para recibir a los participantes y sus familias, compartiendo en la alegría de la carrera. La música resonaba en cada esquina, mezclándose con los vítores de los espectadores y el palpitar de los corazones de los corredores.
Al caer la tarde, cuando los últimos corredores cruzaban la línea de meta entre aplausos y vítores, quedaba claro que la Carrera Memorial Padre Marcelino trascendía la competición pura y simple. Era un evento que unía a toda una comunidad en un propósito común: hacer del mundo un lugar mejor, un paso a la vez
Y así, mientras las últimas luces del día se desvanecían en el horizonte, Granada se sumía en un sueño de esperanza y solidaridad, sabiendo que el espíritu de la Carrera Memorial Padre Marcelino perduraría mucho más allá de sus calles adoquinadas. Porque cuando nos unimos en la búsqueda de un objetivo noble, ningún obstáculo es demasiado grande y ningún paso es demasiado pequeño.
El dinero recaudado se destinará a la construcción de un pozo en Kamalo, Sierra Leona